La Copa no visita Nervión

El Sevilla vive de nuevo una eliminatoria de la Copa del Rey fuera de Nervión. Se ha convertido ya en un hecho más que repetido en los últimos años. Más allá de las primeras rondas en las que el duelo se disputa en el campo del rival de inferior categoría, el conjunto sevillista añora también que en los otros envites pueda jugarse sus sueños en el Ramón Sánchez-Pizjuán. En el sorteo de esta mañana, el destino volvió a enviarle el mismo guiño: jugará en el Cívitas Metropolitano ante el Atlético de Madrid. Quizás uno de los escenarios de mayor dificultad para tratar de buscar el billete a las semifinales de la competición.

Las cifras son claras y reflejan que la Copa no suele pasearse por Nervión. Los trece últimos partidos en este torneo del Sevilla los disputó como visitante, cinco de ellos ante rivales de Primera. Resulta significativo que su destino en esta edición vuelva a emparejarle con el Atlético fuera de su feudo. Antes, tuvo que eliminar al Getafe con otro duelo jugado a domicilio por los designios del sorteo. Antes de esos trece partidos, jugó sólo tres en Nervión en los anteriores diez choques, dos de ellos además sin público. El último antecedente de un choque de Copa en el Sánchez-Pizjuán con aficionados fue ante el Levante el 21 de enero de 2020.

El sorteo invita ahora al Sevilla a demostrar que puede elevar sus prestaciones tras haber tumbado al Getafe en la ronda anterior. Quique Sánchez Flores incidía durante la mañana de hoy que le importaba poco la elección de su rival en este sorteo y que su preocupación está más centrada en la mejoría de su equipo con miras al futuro. Quiere resultados ante cualquier otra cosa, sabedor que los necesita para que el plantel tome un respiro en la Liga y consiga aislarse de un problema que lleva repitiéndose durante toda la temporada y que frena el rendimiento alto de sus la mayoría de sus futbolistas.

Este Sevilla no es precisamente el más brillante cuando se aleja de Nervión, pero la llegada de Quique ha variado este panorama en cierta medida. Antes de su llegada, el equipo nervionense sólo había ganado fuera de casa en sus dos compromisos de Copa ante enemigos de inferior categoría. En Liga, tuvo que esperar a hacerlo en Granada, ya con Quique a los mandos de su banquillo. También con él a los mandos, el Sevilla venció en Ferrol y en Getafe para tratar de ampliar sus sueños coperos mientras sufre en la Liga. El reto del Metropolitano es mayúsculo.

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