La contradicción de Rui Silva
El guardameta del Betis consigue sobreponerse a las críticas y a los intentos de traspaso. Ya ha dejado su meta a cero tres veces este año.
Alvaro Valles llegará al Betis en enero o el próximo verano. Los heliopolitanos, de hecho, tienen espacio salarial y fichas para acoger desde ya al que se convertiría en el cuarto guardameta del primer equipo actual y otra amenaza para un cancerbero titularísimo, Rui Silva. El portugués está jugándolo todo y Manuel Pellegrini parece confiar en él más que nunca. Su selección le ha vuelto a convocar después de más de dos años... Pero su continuidad pende de un hilo. He aquí una gran contradicción.
Prácticamente desde que llegó a Heliópolis libre del Granada, en el verano de 2021, Rui Silva (30 años) ha sido tratado como transferible por el Betis. Y ha recibido críticas de una parte de la afición. En las tres últimas campañas, el de Aguas Santas tuvo que compartir portería y un trozo importante de sus minutos con Claudio Bravo. Hubo momentos en los que Pellegrini les alternaba constantemente, pero las lesiones del chileno, ya retirado, provocaron que Rui se convirtiera en el preferido casi por obligación ya la campaña pasada.
El también veterano Adrián San Miguel de regreso al Villamarín y el gallego Fran Vieites han dispuesto de minutos en varios amistosos durante la última pretemporada, pero con la llegada de la competición oficial Pellegrini lo ha tenido más claro que nunca. Rui Silva jugó las tres jornadas de LaLiga que lleva disputadas el Betis y el playoff completo de Conference ante el Kryvbas. Ha dejado su meta a cero en tres de esos cinco encuentros. Y no parece que el entrenador vaya a cambiar bajo los tres palos para este próximo viernes, en el regreso liguero contra el Leganés.
La situación de Valles precipitará seguramente la situación. La directiva verdiblanca negoció hasta el final del mercado el traspaso de Silva al Benfica de su país, pero los números no cuadraron. El próximo verano, eso sí, la presión y el precio del portero apuntan a ser menores debido a que entonces (si no hay renovación) le restará solamente una campaña de contrato más en Heliópolis. Hace unos meses se trató la ampliación, pero de momento no se ha concretado y parece normal: titularísimo o no, la espada de Damocles pende sobre la cabeza del cancerbero portugués en el Benito Villamarín.
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