“La ciudad tiene en su mano la solución para la finalización del nuevo Mestalla”
Sandra Gómez, vicealcaldesa y concejala de urbanismo del ayuntamiento de Valencia ha repasado la situación de las obras del nuevo estadio del Valencia.
La Sociedad Civil Valenciana ha organizado la Jornada de Deporte y Derecho que ha tenido lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia con la colaboración de la Agrupación de Peñas del Valencia y la asociación Libertad VCF que es uno de los principales grupos de oposición al máximo accionista del club.
Sandra Gómez, vice alcaldesa y responsable de la área de urbanismo del Ayuntamiento de Valencia, ha repasado desde el inicio, la historia del nuevo Mestalla y el porqué las obras están paradas y qué soluciones tiene en su mano el gobierno valenciano para reanudar las obras del estadio que llevan paradas más de catorce años.
“No quiero un club que celebre mantenerse en primera, quiero un club que celebre títulos”. Gómez ha repasado desde el principio los hechos que han llevado a la ciudad a tener un estadio a medio construir en la Avenida de las Cortes. El ayuntamiento en 2004, cuando el Valencia fue elegido el mejor equipo del mundo, pensó en potenciar el deporte y construir un estadio propio para albergar grandes competiciones deportivas. Jaume Ortí y Rita Barberá llegaron a un acuerdo para desarrollar conjuntamente el nuevo estadio. En la ciudad cedió el suelo público más grande que tenía en la zona de la Avenida de las Cortes.
En 2005, con la llegada de Juan Soler a la presidencia del club, se cerró el acuerdo definitivo para la construcción del nuevo proyecto. Se acordaron dos condiciones, que el aforo sea elevado para poder organizar eventos deportivos de alto nivel y que se pudiera albergar condiciones del ámbito del atletismo.
El polideportivo de Benicalap es una obligación recogida en los convenios y en la futura ATE. El ayuntamiento rectifica los terrenos del viejo Mestalla para poder pagar la construcción del nuevo. La zona tiene la edificabilidad más alta (89377′7 m2) para dejar muy buenas condiciones al Valencia CF. El valor estimado que esperaban obtener de beneficio era de 300 millones euros.
En 2007 empiezan las obras y en 2009 se paralizan. Llegó la crisis inmobiliaria y se aprueba la ATE. Es un instrumento urbanístico de la GVA para actuaciones urbanas que tienen un interés económico. Con esta operación se fomenta que se retomen las obras y se finalice el estadio. En 2015 se firma el acuerdo y Meriton ya estaba al frente del club y era consciente de la obligación de terminar el estadio. “El fallo de la ATE era que no estaba se obligaba a la finalización de las obras y Anil Murthy lo confirmó en 2017″.
“En mayo de 2021 se llegaba a la finalización del estadio y se anuló la ATE. No hubo interés alguno por parte del Valencia de reiniciar las obras. Hubo discrepancias en el ayuntamiento porque Joan Ribó, el alcalde de Valencia, quería mantener la ATE con la promesa de acabar el polideportivo con valor de 5 millones de euros. La propuesta del Valencia era un estadio “Low Cost” con capacidad de 45.000 espectadores”, afirma Gómez.
El cambio más importante es que se condiciona el uso de todos los terrenos al cumplimiento de las obligaciones. Con eso mantenemos la posibilidad de Valencia no se sienta estafada. Las condiciones las tiene que poner a la ciudad para que Meriton acabe en el nuevo estadio.
Sandra Gómez ha concluido su exposición afirmando que ahora la ciudad tiene en su mano la solución para la finalización del nuevo estadio y del polideportivo de Benicalap.