La actuación del Espanyol contradice la versión de Hugo Mallo
Aunque el comunicado del jugador, acusado de abuso sexual, induce a pensar que el club perico se inhibió ante la presunta víctima, lo cierto es que le ofreció ayuda y protección.
Acusado de abuso sexual sobre la persona que trabajaba como mascota periquita el 24 de abril de 2019, tal como desveló AS el pasado martes, trató Hugo Mallo de defender su inocencia con un comunicado que, por una parte, confirmaba punto por punto la información detallada por este diario, que lógicamente había ofrecido al jugador y su entorno dar su versión de los hechos mucho antes de la publicación de la noticia. Y, por otro, que daba a entender que el Espanyol se había inhibido en el caso. “Queremos expresar que tanto el RC Celta como el RCD Espanyol, al activar sus respectivos protocolos y analizar la información recibida, consideraron que no había pruebas de lo denunciado”. AS ha podido saber que no fue exactamente así.
De hecho, el Espanyol ofreció cobertura legal y jurídica a la presunta víctima en cuanto tuvo conocimiento de la presunta comisión del delito por parte del entonces capitán del Celta de Vigo. Y eso fue al día siguiente del partido, el 25 de abril por la mañana, cuando Ana (como hemos llamado a la denunciante porque quiere mantener el anonimato) acudió a las oficinas del club para explicarles lo que habría ocurrido la noche anterior. Se reunió concretamente con el director general, Roger Guasch, el director del área social, Alberto Ariza, y Anna Mayoral, directora del departamento jurídico.
El trato fue tan sumamente sensible que no sólo le ofrecieron ayuda legal, sino que a partir de ese momento el Espanyol decidió que las mascotas dejaran de participar del pasamanos, el saludo entre jugadores de ambos equipos en el que Mallo, según la acusación por la que una jueza ha decidido que vaya a juicio el próximo 11 de julio, habría aprovechado para cometer un presunto abuso sexual, que con el Código Penal actual sería juzgado como agresión sexual. Y no sólo eso, sino que en los siguientes partidos contra el Celta en Cornellà-El Prat, tanto el periquito como la periquita ni siquiera aparecieron sobre el césped.
En cuanto al Celta, AS ha podido saber que además del correo electrónico que Ana remitió la misma noche del 24 de abril, recibió una comunicación el día 30 por parte de la empresa de seguridad para la que ella trabajaba como periquita, que a su vez se coordinó con el Espanyol en esas jornadas posteriores.
En paralelo a las imágenes que esta publicación mostró en primicia, y de las que se han hecho eco medios de comunicación de todo el mundo, este jueves por la noche Radioestadio Noche de Onda Cero ofrecía una nueva toma del momento en que presuntamente se produciría el abuso sexual, desde la parte trasera de la fila, en el que se aprecia un contacto más que evidente entre la mano derecha de Hugo Mallo y la zona pectoral de Ana, con un movimiento coincidente con la denuncia que la presunta víctima efectuó ante los Mossos d’Esquadra el día siguiente de los hechos.