Koke y Griezmann, el rollo de siempre
Los dos ‘viejos rockeros’ del Cholo le dieron la victoria al Atlético en un partido gris de los rojiblancos ante el Valencia.
Sucede que ellos no se cansan de ser. Sucede que en un partido en el que tantas personas tenían a Robe Iniesta, líder de Extremoduro en su cabeza, por tantas y tantas canciones que les contaron y acompañaron en su vida, la de tantas generaciones, a Simeone le salvaron sus viejos rockeros. Los dos futbolistas con más velas en su tarta de la plantilla. Koke y Griezmann. El capitán y la estrella desde hace una década. 33 y 34 años, casi todos con dedicación rojiblanca. En el primero, toda la vida. En el segundo, una década. Quién les estuviera redactando la carta de jubilación debe guardársela: siguen siendo el rollo de siempre. Jugadores que cambian partidos.
Si Koke hizo el primero, Griezmann, el segundo. Entre medias el gol del Valencia, el de Beltrán. Simeone en sala de prensa les encomió. Y reveló que hubo una conversación antes del duelo ante el Oviedo donde les remarcó su importancia. “El otro día charlamos los tres un rato largo. Porque quizá Koke ha jugado muchos partidos en este periodo y está respondiendo como hace siempre. Y Antoine está jugando menos de titular y no es fácil, para un futbolista legendario no darle la titularidad que uno siempre cree merecer desde el lugar de Antoine. Le queríamos transmitir lo importante que es siempre, no de titular. Porque tiene cosas diferenciales y de jerarquía absoluta que no hay muchos futbolistas que tengan", reveló. Porque la historia del Cholo en el Atleti no podría entenderse sin ellos. El primero prendido desde el principio, cuando Simeone le vio en un vídeo que le envió el Mono Burgos de los jugadores que iba a entrenar cuando volara Argentina-Madrid para hacerse cargo desde diciembre de 2011 y le dijo: “Que ese chico no se vaya cedido al Málaga”. Ese chico, Jorge Resurrección. El resto, historia.
La de Griezmann también. Rojiblanca. El futbolista que ya llegó como un grande de la Real Sociedad y se hizo campeón del mundo bajo su batuta, el que se marchó al Barcelona dos años para solo desear volver y quedarse, quedarse, quedarse, ya siempre elegir quedarse. Y sumar. Da igual que tire de sus brazos ese sueño, esa liga de fútbol americana, MLS, que se sigue quedando. Para sumar. Porque cuando Griezmann juega hasta los balones sonríen si él lo hace. Clarividencia, talento, juego entre líneas y un talento sobre el que los años no pueden posarse con sus arrugas. El de Antoine siempre será terso, estirado. Ante el Valencia controló exquisito, con toda su clase y pincel para acomodársela y batir a Agirrezabala para el 2-1. Es encomiable cómo han asumido su rol.
El suplente con más gol de Europa
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Porque un futbolista siempre quiere jugar. Da igual los años que tenga. Siempre, siempre. E imagínate si te llamas Koke, si te apellidas Griezmann. Pero ambos han asumido ese papel de secundarios que, desde la temporada pasada, les cayó encima como un velo. Con profesionalidad y rigor, mientras tratan de volver a su estado natural: ganándose la titularidad en cada minuto que pueden. No hay petos al suelo o gestos, solo lucha. El francés, de hecho, según contabiliza Atlético Stats, ya es el suplente que esta Liga, y en las cinco grandes de Europa, más goles ha marcado para su equipo: cinco (Madrid, Sevilla, Levante, 2, y Valencia). Mientras, Koke supera a Escudero y Correa y se convierte en el tercer jugador que ha anotado en más temporadas con el Atleti en Primera en toda su historia (14) tras Collar (15) y Adelardo (16). Palabras mayores. Música de viejos rockeros que nunca dejarán de sumar con su música.
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