Koke, el hombre de los mil pases
El capitán vuelve a ser el motor del Atlético. Ha recuperado la velocidad mental para acelerar el juego desde el pivote. Siempre que los balones pasen por él mejora al equipo.
Koke marca el pulso del Atlético. El capitán es el termómetro y motor rojiblanco y, cuando funciona a pleno rendimiento, todo es mucho más fácil y fluido para el equipo de Simeone. El vallecano no comenzó el curso a su mejor nivel. Pese a ello, es insustituible para el Cholo y cayó lesionado en un momento clave de la temporada, tras la victoria en San Mamés cuando el equipo trataba de recuperar sensaciones antes del parón mundialista. Una baja fatal. No pudo estar en Champions contra Bayer Leverkusen (2-2) y Oporto (2-1), dos pinchazos que significaron el adiós europeo. Y en Liga se ausentó frente al Rayo (1-1), Betis (la única victoria por 1-2), Cádiz (3-2), Espanyol (1-1 pese a jugar una hora en superioridad numérica) y apenas tuvo 21 minutos en la derrota en Mallorca (1-0).
Tres derrotas, tres empates y una única victoria que tiraron por el sumidero dos de las tres opciones a pelear por títulos en el Atlético. Pese a ello, Luis Enrique no tuvo dudas con Koke, le esperó y le llevó a Qatar, aunque con menos trascendencia que en la anterior Eurocopa. Si el capitán ha sufrido críticas externas, la confianza que depositan en él los técnicos que le han dirigido deja a las claras la importancia que tiene Koke en los engranajes del Atlético y la Selección. Ahora le toca intentar ganarse a Luis De la Fuente. Al Mundial llegó con lo justo, y a su regreso a Madrid, Simeone administró sus minutos, dando más opciones a Pablo Barrios o De Paul a la espera de la mejor versión del ya futbolista con más partidos en la historia del club.
Pero, desde el regreso del parón se ha visto al mejor Koke... y al mejor Atlético. Y no es casualidad. El capitán ha participado en los 16 partidos del equipo rojiblanco post-Qatar, en 14 como titular. Ha estado sobre el césped un total de 1.095 minutos de los 1.440 del equipo y el balance ha sido de 11 victorias, tres empates y dos derrotas, descansando en los finales de partidos y encuentros decididos. Contra el Valencia se pudo volver a ver una gran versión de Koke. Fue, con diferencia, el jugador que más participó con balón en todo el encuentro. Completó 72 pases de los 77 que intentó (93,5% de acierto), se movió de forma inteligente y siempre busca potenciar a Griezmann, el mejor futbolista del equipo, para que reciba entre líneas con ventaja.
Su presencia en el pivote y el cambio de sistema libera dos posiciones para compañeros de perfil creativo y llegador a su lado. El infatigable e indiscutible Llorente y la pelea entre De Paul y Lemar, además de Barrios, por poner magia junto a Koke. Con el argentino se entiende cada vez mejor y frente al Valencia fue al jugador que más buscó. En la jornada anterior en Girona, el capitán sumó 71 pases buenos de los 79 que intentó (89,9%), de nuevo el que más sobre el campo. Con esos 143 envíos completados en los dos últimos encuentros, el capitán alcanza los 1.051 pases buenos en Liga, el mejor colchonero por delante de Savic (872) y Reinildo (830) y el decimoquinto de la competición en una lista que comanda Kroos (1.487), todo según los datos de Opta. La temporada pasada también fue el líder atlético en esa faceta (1.492) superando a Savic (1.133) y De Paul (1.056).
A ello añade las obligaciones defensivas que le implican el ejercer de ancla, algo que le impide pisar en mayor medida el área, pero donde también colabora para que el equipo funcione. Con 106 recuperaciones, Koke es el segundo futbolista de campo que más suma en esa faceta tras Reinildo (129) y con Griezmann pisándole los talones (105) pese a ser delantero, un jugador total. La lesión del mozambiqueño es durísima para el conjunto colchonero. Koke también es el segundo jugador con más toques de balón (1.423, solo superado por los 1.490 de Nahuel Molina) y el tercero con más pases largos (91) tras Hermoso (121) y Giménez (98) e igualado con Molina y Griezmann.
Koke, que curiosamente se ha quedado fuera de la Selección cuando el Atlético ha enderezado el rumbo, ha sido clave tomando el timón junto a los Griezmann, Hermoso, De Paul y compañía. “Somos afortunados, porque se quedan Koke, Llorente, Witsel… y podremos trabajar”, expresaba Simeone tras la victoria ante el Valencia. Al igual que con Hermoso, varios de sus centrocampistas no han sido premiados por el seleccionador, pero ya se centran en preparar el partido capital contra el Betis donde Koke deberá volver a ser piedra angular en el inicio del juego del equipo. Gran socio en el vestuario de Griezmann, de encontrar a ambos dependen buena parte de la velocidad del fútbol del equipo. Un nuevo año, y ya va más de una década, donde queda claro que el Atlético de Simeone se mueve al ritmo de su capitán. El motor ha recuperado caballos. Y este Atleti del tiqui taca funciona.