Kiko Femenía, a fondo en el Rico Pérez el día de San Juan
El lateral del Villarreal sigue al dedillo el plan que le dio Ismael Fernández antes de irse de vacaciones para llegar a tope a la pretemporada
Alicante. Día de San Juan, a las 8:55 de la mañana del día grande de las Hogueras. Las calles semivacías, aún transitan las máquinas limpiadoras, borrando de la ciudad las secuelas de la noche de fiesta anterior. Por ella, se desplaza el coche del jugador del Villarreal, Kiko Femenía, mientras se dirige al estadio Rico Pérez, donde le espera Alfredo Sempere, su preparador físico de confianza desde 2018, y un empleado del Hércules, que les abre la puerta del estadio y les deja solos.
Y allí, con AS como único testigo, justo en el lugar donde hace mes y medio más de 30.000 alicantinos celebraban el éxito del ascenso del equipo de la ciudad, Kiko trabaja a fondo para afrontar, a partir del día 8, una dura pretemporada a las órdenes de Marcelino. “Cuando le dieron el planning del trabajo de vacaciones, enseguida me llamó y me dijo: ‘Alfredo, esto va a ser muy duro’”, comenta el preparador físico personal que le ayuda durante los veranos.
Como les comentó Ismael Fernández, quien no llegue en el peso no empezará la pretemporada con el grupo. Pero no por eso Kiko no descansa ni el día grande de las fiestas de su ciudad. Sabe por boca de algunos compañeros, como Coquelin o Parejo, que las pretemporadas con Marcelino son extenuantes. Y no quiere quedarse atrás. “Ahora mismo está mejor que ningún año a estas alturas”, señala Sempere. El lateral alicantino sabe que esta temporada, en la que cumplirá 34 años, será clave en su futuro. Acaba contrato en junio de 2025... y le gustaría continuar alguna temporada más de amarillo.
Pero de momento lo que toca es trabajar, aunque esté de vacaciones. Apenas ha descansado unos días entre semana desde que que acabó el curso. Hoy no hace aún demasiado calor. En la planilla, un entrenamiento mixto. Un poco de fuerza y estiramientos para empezar; unas carreras largas con progresiones hasta llegar a la máxima intensidad, aprovechando que tiene un estadio entero para él; y unos disparos a puerta para finalizar. Mañana más, toca gimnasio, y así hasta el 8 de julio, momento en que empezará la pretemporada en el Villarreal, con el único descanso de los fines de semana. La temporada, pese a no jugar este año competiciones europeas, será larga y dura.
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