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SEVILLA

Kike Salas, del pádel a superviviente de Corea del Sur

El defensa, apuesta de Lopetegui, tras el largo recorrido desde alevines en el Sevilla. Es uno de los canteranos que estuvo en Asia esta pretemporada,

Kike Salas, del pádel a superviviente de Corea del Sur
PAU BARRENAAFP

Campeón de Andalucía de pádel con 7 años y de España con 14 años, Kike Salas es uno de esos prodigios de deportistas que triunfan en cualquier modalidad que se propongan. El negocio del padre en Morón con las pistas de este sucedáneo del tenis demoró un año su incorporación a los escalafones inferiores del Sevilla. El apellido y la localidad coinciden con otro canterano que hizo carrera en Nervión hace dos décadas, Víctor Salas, su tío.

El asombroso encuentro de José Ángel en Cornellá-El Prat le restó protagonismo a Kike Salas. Justo una década comparten en los filiales, desde que unieron sus destinos en la temporada 2012/2013, con 11 años, en los alevines de segundo año. Fueron dos apuestas de Julen Lopetegui, que no fueron de riesgo, vistos los acontecimientos. El moronense, salvo una acción que acabó en el poste de Bono, controló a un ariete experimentado como Joselu. También desactivó al gallego en el juego aéreo. Ambos son dos consumados especialistas.

La agenda sin tiempo libre de Enrique, el padre, decantó a Kike Salas al pádel, pero dio su palabra en 2011 a los ojeadores del Sevilla de que un año más tarde acudiría puntualmente a la Carretera de Utrera. Su familia se encargó de la rutina del transporte las primeras temporadas. La ruta que partía de Córdoba en organizado reclutamiento de promesas se encargó del pequeño en los ejercicios posteriores.

Kike Salas, que debutó en Primera División y de titular como medida revitalizante de Lopetegui para la zaga, es uno de los supervivientes del nutrido grupo de canteranos que formó parte de la concentración en Corea del Sur la reciente pretemporada. De las diez promesas que integraron la expedición sólo quedan el central, su inseparable José Ángel y el portero Alberto Flores, todos en la lista B de la Champions League en los planes del vasco, que los volvió a convocar para la primera escala europea en Copenhague.

Sigue la estirpe de su tío Víctor Salas, uno de los numerosos canteranos a los que Joaquín Caparrós puso en el escaparate. Debutó en Mestalla, igualmente de titular, a inicios de diciembre de 1999. Después de cinco años se desvinculó, hoy en día es un afamado recuperador y nutricionista.