NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL MADRID | KEVIN BETSY

Kevin Betsy: “El talento de Bellingham te gritaba a la cara”

Kevin Betsy fue clave en el crecimiento futbolístico de Bellingham, ayudando a su desarrollo en Inglaterra Sub-15, Sub-16 y Sub-17, y radiografía el proceso en AS: “Siempre escucha y aprende a la velocidad de la luz”.

Kevin Betsy y Jude Bellingham, en las inferiores de Inglaterra.
TheFA

“Hay talento que susurra y talento que te grita a la cara, y ese era Jude”. Así resume Kevin Betsy (Woking, Inglaterra, 45 años), en una charla con AS, su primera impresión con Bellingham. El ahora astro del Real Madrid tenía 12 años, rumbo a los 13, y Kevin era seleccionador de Inglaterra Sub-15. Un “necesitas ir a verle” le mandó a Vicarage Road y a partir de ahí quedó prendado. Y Bellingham convocado. El de Stourbridge fue cincelado entre los 13 y los 17 años en la FA bajo el ala de nuestro protagonista, que reconoce que esa capacidad para desempeñarse como diez que le ha convertido en pichichi viene de lejos, así como esgrime el por qué no fue la tónica habitual en el pasado: “Siempre fue su mejor demarcación. Si hubiéramos querido ganar todos los partidos, Jude hubiera sido el ‘diez’, pero no era lo mejor para él y para el país en el futuro”. Mirar a largo plazo, algo en lo que enfatiza Kevin “para poder conocer bien la imagen completa antes de contestar a las preguntas”.

Más contexto: “En aquella época, el fútbol formativo inglés estaba por detrás del español o de otras ligas. Si queríamos cambiar el conocimiento técnico de los jugadores teníamos que cambiar muchas cosas. Para desarrollar mejor a los jugadores, tratamos de aprender en ese sentido. Aprendimos mucho del modelo español. Cuando nuestros ojeadores buscaban jugadores, buscaban a los mejores ‘ahora’. Pero en España se buscaba más a largo plazo. Trabajáis con jugadores pequeños y muy técnicos y cuando el jugador crece, al hacerse mayor, pues ya tienes ese recorrido hecho. Tuvimos que perder muchos partidos para aprender esto”.

Kevin Betsy: “El talento de Bellingham te gritaba a la cara”

Antes de entrar en materia Bellingham por completo, Kevin, exfutbolista que llegó a debutar en la Premier con el Fulham y fue internacional por las Seychelles, recuerda simpático un torneo que jugó contra el Real Madrid de Guti en la capital española, en categoría alevín, con un equipo londinense en cuya cantera empezó a cultivar su pasión por los banquillos tras colgar las botas. “También me acuerdo de un viaje a Barcelona para ver a Louie Barry”, cuando el técnico del futbolista del Stockport County (cedido por el Aston Villa) y criado en La Masía “era Victor Valdés”. Dos anécdotas antes de comenzar a radiografiar a un Bellingham que “no tiene techo”.

Usted hizo debutar a Bellingham en la Sub-15, con 13 años.

Así es. Mi primer trabajo en la FA fue con Inglaterra Sub-15. Teníamos un jefe de identificación de talento llamado Richard Allen. Había trabajado con el Tottenham y estaba encargado del grupo comprendido entre los 15 y los 17 años, al que llamábamos ‘Youth Development Phase’. Y teníamos otro grupo, de los 18 a los 21, ‘Professional Development Phase’, con otra persona al frente. El jefe de reclutamiento del primero era Daniel Dodds y su club anterior era el Birmingham City. Cuando conocí a Daniel, nos sentamos todos los ojeadores para valorar a qué jugadores llamábamos para la siguiente convocatoria con Inglaterra Sub-15. Necesitábamos 80. Daniel mencionó muchos nombres y sugirió que uno de ellos fuese Jude.

“Yo me decía, ‘¿es ese el jugador?’. Los entrenadores me dijeron que sí, que era Jude. De camino a casa me di cuenta que había visto algo especial”

Kevin Betsy, sobre la primera vez que vio en directo a Bellingham

¿Le conocía?

Nunca le había visto jugar, pero todos los informes eran muy positivos y ya era mi decisión si le convocaba o no. Jude era un año menor que el resto. Solamente seleccionamos a tres jugadores de esa edad y él era uno de ellos. En un principio pensamos que no hacía falta llamarle ya, sino que podíamos hacerlo al año siguiente, pero Daniel dijo: “Ok, pero necesitas ir a verle”. En Inglaterra no solemos seleccionar jugadores tan pronto, se suele respetar el grupo de edad. Pero bueno, fuimos a Watford, a Vicarage Road. Jude jugaba (con el Birmingham City) con el Sub-14, pero tenía 12 años. En esa etapa no hay nombres en las camisetas, ni listas previas, son sólo números. Si veía alguien muy interesante tenía que ir a hablar con el entrenador. Jude era el más pequeño del partido, te lo prometo. Era muy liviano, delgado, pero bajaba a recibir el balón del portero, tenía una visión, un pase... era capaz de superar jugadores... Y yo me decía, “¿es ese el jugador?”. Los entrenadores me dijeron después que sí, que él era Jude. De camino a casa me di cuenta que había visto algo especial. Cuando formas parte de las etapas formativas, decimos que ‘hay talento que susurra y talento que te grita a la cara’, y ese era Jude. Sólo he trabajado con dos jugadores con ese talento generacional: Jude y Jamal (Musiala). Cuando lo ves, sabes que ese chico va a ser top. Era buenísimo. Después tuvimos una reunión. Decidimos seleccionarle para la Sub-15 y fue bien.

Kevin Betsy: “El talento de Bellingham te gritaba a la cara”

¿Recuerda la primera vez que le entrenó?

Sí. Una vez que seleccionamos un jugador en la federación, este recibe la información, pero uno de los puntos importantes del seleccionador, yo en este caso, es establecer una relación con la familia. Es muy importante. Antes, los jugadores eran seleccionados, pero no conocíamos a la persona, sus sentimientos. En esa época hacíamos cinco o seis convivencias al año, por lo que era crucial hacerles sentir cómodos y conocerlos totalmente. Así podían florecer. Programé una reunión con el Birmingham y conocí a sus padres. Les expliqué el plan con Jude, que jugaría con el programa de Inglaterra Sub-15 y que era alguien en quien confiábamos para el futuro. En el primer entrenamiento ya fue uno de los más destacados, incluso siendo dos años menor que muchos. Era fantástico. Lo que más destacaba, más allá de sus capacidades futbolísticas, eran su personalidad y su carácter.

¿Ya se podía percibir?

Sí. Lo que hacíamos en la Sub-15 era construir un ecosistema favorable para que disfrutasen y fuesen lo mejor que pudieran ser. Solíamos decir, “venid y jugad con libertad”. Luego hacíamos varios estudios. La primera conclusión fue que a algunos les pesaba mucho jugar para Inglaterra. La segunda, no estaban acostumbrados a jugar en equipo. El tercer punto era el liderazgo de los jóvenes. Con las tecnologías y los procesos actuales, los jugadores, especialmente los jóvenes, no comunican bien entre ellos. Pasan mucho tiempo al teléfono... Las aptitudes sociales no eran como nosotros queríamos. Lo que teníamos que hacer en esas fases iniciales era poner a los jugadores en situaciones donde afrontaban retos, donde se tenían que comunicar entre sí, tener discusiones tácticas. Veíamos dónde podíamos ayudar a unos y otros. Pero Jude podía valerse por sí mismo, a los 13 años, con jugadores mayores que él en esas situaciones. Era muy maduro mentalmente.

Si la hemeroteca no miente, de hecho, a los 14 años le dio el brazalete de la Sub-15.

Exacto, era el capitán. Lo hicimos a propósito, porque queríamos desarrollar esa capacidad de liderazgo aún más. Creíamos que Jude llegaría al equipo senior. Era el plan. Hasta ese punto creíamos ya en él. Cuando los jugadores están en esas edades, si no les apoyas en momentos donde sufren, ¿cómo van a mejorar? No es solamente ganar partidos en esa etapa, es desarrollo individual. Eso es lo más importante en etapas de desarrollo. Cuando Alemania ganó el Mundial tenían a muchos jugadores que habían jugado juntos cuando eran jóvenes. Las relaciones de los jugadores dentro y fuera del campo eran increíbles. Habían jugado en competiciones importantes Sub-17, Sub-21... Habían vivido momentos importantes juntos y esa fue clave a nivel adulto.

Para la FA, entiendo que Jude era, ya con 13 años, una pieza clave para el futuro.

Totalmente. Cada grupo de edad es un paso importante. Si hablamos de Jude, con la Sub-15 jugó un año por delante de su edad y también era inferior físicamente. Jugaba contra los mejores del mundo de 15 años y estaba por detrás en lo físico. Pero a nosotros no nos importaba perder un partido, lo que queríamos es que nuestro estilo de juego fuera claro: dominar la posesión y que nuestros chicos mejorasen. Era clave que dieran los pasos correctos. Al año siguiente, en lugar de mandarle al Sub-16, le mantuvimos en el Sub-15, con chicos de su edad. Hubo un momento clave, un torneo en Italia al final de la temporada. Jugaban algunos de los mejores del mundo. Estaban México, Italia, Argentina... Había un nivel mundial. Seleccionamos a Jude para ir con el equipo, aunque había estado lesionado por dos meses. Trabajamos muy cerca del Birmingham y de su familia. Les explicamos que no jugaría tanto como en condiciones normales, pero que le necesitábamos ahí para que viviera la experiencia. Era importante manejar a la persona. El torneo fue bien, ganamos cuatro partidos de cinco y él lo hizo bien, a pesar de no jugar tanto.

“Jude era un gran fan de Zidane y Steven Gerrard”

Kevin Betsy, en AS

¿Cuál fue el siguiente paso?

El mejor torneo que tuvimos con Jude fue el torneo de Montaigu, el Mundial oficioso de la categoría Sub-16 (por ahí han pasado Cristiano, Pirlo, Nedved, Henry, Benzema, Mbappé, Endrick recientemente...). Es muy especial. Hacíamos una cosa curiosa para motivarles. Les preguntábamos: “¿Quién es tu jugador favorito del mundo?”. Era un grupo de 20 jugadores en la habitación. Algunos decían Ronaldinho, otros Zidane, otros Cristiano Ronaldo... Ni uno dijo un futbolista inglés. Sabíamos que iba a pasar. El nivel era bueno en Inglaterra, pero no había ídolos. Entonces les hacíamos la segunda pregunta. “No hay ningún jugador inglés, ¿quién de aquí será el próximo Cristiano, el próximo Zidane?”. Porque ese es el nivel de jugadores al que queríamos que nuestros chicos aspirasen alcanzar. Por suerte ahora tenemos jugadores clase mundial: Kane, Saka, Phil Foden... Pero antes, teníamos buenos jugadores, pero nadie los elegía.

¿A quién escogió Jude, lo recuerda?

No lo recuerdo con claridad, pero era un gran fan de Zidane y de Steven Gerrard. En Montaigu, Jude lo hizo muy bien. Marcó contra Brasil. Si ves videos de Jude ahí, ves los mismos movimientos y habilidades que muestra ahora en el Real Madrid (risas). Les dejamos claro que ese torneo sería su plataforma. Que algunos de los mejores clubes del mundo estarían viéndolo. “Ponte bajo los focos”. Después del torneo, cinco o seis de nuestros jugadores quedaron apuntados por los ojeadores de los mejores equipos del mundo y pensaron, los chicos ingleses han cambiado. Jugamos un fútbol diferente, muy técnico, de calidad. No jugamos partidos físicos como hacíamos antes. Un estilo ‘muy español’. Aprendimos mucho. Terminamos en tercer lugar, ganamos a Brasil en el tercer y cuarto puesto. Fallamos un penalti con Argentina que nos hubiera metido en la final.

Inglaterra Sub-17 tras ganar la Syrenka Cup en 2019, con Bellingham como capitán y MVP.
Ampliar
Inglaterra Sub-17 tras ganar la Syrenka Cup en 2019, con Bellingham como capitán y MVP.TheFA

Eso era con la Sub-16.

Sí. En Sub-16 ganamos muchos partidos, pero en la Sub-17, donde también era capitán, ganamos la Syrenka Cup, en Polonia. Recuerdo que Jude me confesó: “Es el primer trofeo que he levantado”. Birmingham siempre jugaba contra grandes equipos y no ganaban tantos partidos, pero estaban centrados en desarrollarle a él. Fue algo precioso cuando me lo dijo.

Fue el MVP, ¿no es así?

Sí. En su primer año con la Sub-17 fue cuando su cuerpo cambió. Debutó con el Birmingham, con el primer equipo. Ahí empezó todo el mundo a hablar de él. Luego vino con nosotros a la Syrenka Cup y llegó más alto, más fuerte... Había crecido. En esa etapa queríamos construir el grupo para ir a la Eurocopa Sub-17. Teníamos un equipo muy fuerte, ganamos a Brasil dos veces, a Francia otras dos... Jugábamos muy bien. Íbamos a ir a la Euro con él como capitán, pero fue cancelado por la Covid. No pudimos ir, empezó a jugar con el Birmingham, se fue el Dortmund y el siguiente paso fue Inglaterra Sub-21. Ahí jugó cuatro partidos y directo a la Absoluta.

“Bellingham es el chico al que invitarías a tu casa a cenar, el hijo que te encantaría tener (...) Recogía lo que se ensuciaba en el vestuario cuando jugábamos fuera”

Kevin Betsy, en AS

No tardó en reclutarle Southgate.

El primer trabajo de Gareth (Southgate) fue con la Sub-21 y cuando Sam Allardyce se marchó le dieron el puesto de la Absoluta. Gareth siempre estuvo muy interesado en los jugadores jóvenes. Jude siempre fue un nombre familiar para los entrenadores de la FA, como Gareth, que siempre se dejaba ver en categorías inferiores a pesar de estar ya en la Absoluta. Todos teníamos la idea de que tres o cuatro de los jugadores de esa generación, la de 2003, estarían con él con los mayores en unos años. Algunos en un año, pero no es lo habitual. En la generación 2003 estaban Levi Colwill, Jamal (Musiala), Harvey Elliot, Liam Delap... Era una gran generación muy fuerte.

¿Cómo era Jude en el vestuario?

Mark Bellingham crió a dos fantásticos jóvenes, Jude y Jobe (con 17 años, juega en el Sunderland). Jude es un chico que, como decimos en Inglaterra, invitarías a tu casa para conocer a tu familia y cenar. Es el hijo que te encantaría tener. Tiene unos modales perfectos, respeto por todo el mundo... Es ejemplar. En Inglaterra no ponemos muchas reglas sobre lo correcto, esperamos que su entorno lo entienda y se lo muestre. Jude era muy puntual, controlando que sus compañeros lo fueran, recogía la basura y lo que se ensuciaba en el vestuario cuando jugábamos fuera, en otros países. Se aseguraba que todo quedase limpio. Era uno de los líderes para asegurar que las cosas se hacían de manera correcta. Podías confiarle en cualquier aspecto.

Ahora impresiona su madurez en España. Tiene sentido lo que cuenta.

Sólo tienes que mirar a su familia. Todos los clubes del país ya querían ficharle cuando tenía 12 años, todos. City, United... estaban preparados para invertir mucho dinero en él a esa edad. Pero Jude y su familia tomaron la decisión de quedarse en Birmingham como el club ideal para desarrollarse antes del siguiente paso. Hay que ser muy valiente para decidir así. Hay que tener mucha visión y hacer eso a esa edad, cuando financieramente era algo con tanto impacto, es increíble. Esto te dice el tipo de personas que son y cómo cuidan del desarrollo de sus hijos. No siempre funciona el irse pronto a un gran club. Para Jude funcionó esto a la perfección. Igual que luego en Dortmund. Fueron incluso a Carrington a reunirse con el United, pero lo rechazaron porque querían jugar minutos ya. En ese United estaba Pogba y otros grandes jugadores. Quizá les hubiera sorprendido, pero quizá no hubiera tenido minutos. En Dortmund iba a jugar cada semana y ya el siguiente club sería un paso más. Como el Real Madrid. Estoy feliz de verle en uno de los mejores clubes del mundo.

Todo ha ido muy rápido. Aquella Syrenka Cup fue hace sólo cuatro años. ¿No le sorprende por alta que fuera la expectativa?

Es una gran pregunta. No me sorprende, porque hay talento generacional que se ve cada 10 años o más. Tuve suerte que con Inglaterra vi a tres o cuatro de los que decías, “ok, este jugador va a llegar a la Absoluta”. La velocidad con la que ha logrado todo es extraordinario. Marcó en Champions con el Dortmund, fue el capitán... Siempre creí en él. Pero quizá pensaba que sería con 22 o 23 años cuando llegase a ese nivel y ahora, después de lograr todo lo que ha logrado, apenas tiene 20... Jugar para el Madrid, en ese ecosistema, con esos jugadores... Cómo lo está haciendo. Es asombroso.

“Todos los clubes de Inglaterra querían ficharle cuando tenía 12 años...”

Kevin Betsy, sobre la primera gran decisión de Bellingham

Parece que está mentalmente preparado para ser una estrella, como si no sintiese la presión.

Esperamos que sea así durante los próximos 10 años. Hay que darles el crédito a sus entrenadores en Birmingham, como Mike Dodds. Hicieron un gran trabajo. Una de las cosas que trabajaron con Jude es que querían que Jude fuera un centrocampista completo. La historia del número 22 es famosa (”Puedes ser un ‘4′, un ‘8′ y un ‘10′”), pero antes nadie pensaba en ello. Querían un jugador que pudiera defender, que pudiera recorrer el campo de área a área y capaz de romper líneas y filtrar pases. Querían crear al jugador completo por antonomasia. Por eso está logrando lo que está logrando en el Real Madrid.

Y jugando ahora de mediapunta, sin parar de marcar goles...

Yo sabía que Jude podía marcar goles. Con Inglaterra estábamos cortos de jugadores que podían jugar de ‘seis’, capaces de recibir y crear, manipular el balón, girarse y manejar la posesión y la situación bajo presión. Era un problema grave para nosotros en esa fase formativa. Lo que decidimos fue colocar ahí a Jude, como ‘seis’, durante muchos partidos. Aunque sabíamos que su mejor posición era ‘número diez’.

¿En serio?

Sí, siempre fue su mejor demarcación el jugar de ‘diez’. Es lo mismo que ocurrió en Birmingham. Si hubiéramos querido ganar todos los partidos, Jude hubiera jugado de ‘diez′, pero no era lo mejor para él y para el país en el futuro. Decidimos hacerle jugar de ‘seis′ durante seis meses, para manejar el balón en espacios reducidos a nivel internacional, contra los mejores jugadores a tu edad. “Lo vas a pasar mal en algunos partidos, pero te va venir bien para progresar”. Este es el proceso que debes seguir para desarrollar a un jugador. No es todo el ahora.

“Si hubiéramos querido ganar todos los partidos, Jude hubiera jugado de ‘diez′, pero no era lo mejor para él y para el país en el futuro”

Kevin Betsy, sobre el debate posicional

Siento insistir, pero, ¿entonces no le llama tanto la atención que esté marcando tantos goles ahora?

No, no me sorprende. El padre de Jude, Mark, fue uno de los mejores delanteros del fútbol amateur, un recordman (marcó más de 700 tantos en el sistema de ligas inglés). Siempre ha visto a su padre marcando goles, siempre. Lo que ocurrió con Jude es que cuando juegas 11 contra 11, si vas de un área a otra a los 15 años, sin madurez física aún, cuando llegas al área contraria estás cansado. Cuando vas a disparar, el chut pierde fuerza. Cuando eres un entrenador en fase formativa ves eso y hay que entender que cuando se desarrolle muscularmente, el jugador, Jude en este caso, tendrá mayor capacidad para finalizar. Cuando lograse ese desarrollo físico marcaría más goles. Además, él ya marcó muchísimos de pequeño, cuando las dimensiones del campo eran menores.

¿Dónde está su límite?

No tiene techo. Veremos cómo continúa su camino. Esperemos que tenga una fantástica carrera con el Madrid e Inglaterra.

¿Visualiza algo en lo que deba mejorar?

En este punto, en el Real Madrid es donde pueden dar la respuesta correcta. Pero una cosa que sé de Jude es que cada reto y cada pregunta que le planteas, siempre pasa el test. Siempre quiere aprender y mejorar. Tiene una humildad que le hace querer siempre progresar. Siempre escucha y aprende a la velocidad de la luz. Como entrenador le explicas un ejercicio en septiembre y piensas que en tres meses lo tendrá pulido, pues con Jude será quizá en el siguiente entrenamiento o partido (risas). Eso no se puede enseñar.

“Jude siempre quiere aprender y mejorar, siempre escucha y aprende a la velocidad de la luz”

Kevin Betsy

Para finalizar, ¿recuerda alguna anécdota simpática con Jude?

Hay muchas, pero no las puedo contar (risas). Recuerdo una. Cuando tenía 14 años y estábamos en St. Georges Park, teníamos un torneo donde jugábamos contra Brasil y Francia. Los jugadores tenían que estar en la cama a las 22 horas. Teníamos que entrenar al día siguiente y jugar en un par de días. Jude compartía habitación con Jamal Musiala. Forjaron una gran relación entre ellos y les encantaba jugar al FIFA (risas). Esa noche, el ‘player carer (cuidador de los jugadores)’ pasó andando por el pasillo y venía mucho ruido de su habitación. Les hizo salir y estaban aún jugando al FIFA a las 23:30. Pero no eran solo ellos, había otros jugadores jugando también, la mitad de la plantilla. Al final, dentro de lo malo, estaban compitiendo y trabajando aptitudes sociales. Pero tenían que haber estado en la cama para esa hora. Es la única ocasión en la que hizo algo así.

Si esa es su mayor travesura, es que es buen chico.

(Risas) Sí, nos reímos mucho del tema más adelante.