Juma: el nuevo diamante africano del Real Valladolid
El central de Sierra Leona debutó en Primera un mes después de llegar de su país, en una historia que recuerda a la de Salisu.
El fútbol es tan imprevisible, tan inverosímil, que ofrece en ocasiones historias de Cenicienta. Con la misma celeridad con la que ella se convirtió en princesa, hay veces en las que un jugador asoma en la élite de sopetón, sin que nadie lo esperase. Pocos lo hacían con Juma Bah, la rutilante irrupción del Real Valladolid, o, mejor dicho, pocos esperaban que fuera ya, en el tiempo y el modo en el que debutó en Primera División, donde se confiaba que llegase, quizás durante el año, pero todavía no.
No en vano, el central de Sierra Leona no lleva ni siquiera un mes en España; fue anunciado el 26 de agosto y desde entonces ha pasado de competir en la División de Honor Juvenil a defender a los delanteros de la Real Sociedad, con un brevísimo paso por el Promesas, en el que dio la razón a aquellas instancias del club que creían que si algo tenía era gen competitivo. Y contra el conjunto ‘txuri urdin’ lo volvió a hacer: la capacidad de fajarse le es intrínseca, independiente de contra quién juegue.
Esta confianza era fruto del contexto en el que el defensor fue captado, alejado del academicismo que los equipos europeos buscan o al que acuden a veces en África. Juma proviene directamente de la primera división de su país, en la que llevaba jugando varios años, por lo que ya sabía lo que era batirse en duelo con jugadores de mayor edad, experimentados, y más de uno, con una capacidad física equiparable a sus 195 centímetros y a su musculatura. Donde a otros se les ficha en partidos de muestra entre jugadores de la zona, a él directamente le vieron competir.
En concreto, Pachu Martínez, uno de los hombres fuertes de la dirección deportiva del Real Valladolid, viajó en primera persona a Sierra Leona en mayo para acabar de convencerse de un fichaje que comenzó a fraguarse a finales de 2023, cuando se establecieron los primeros contactos con conocedores del continente africano enfocados a entrar en este mercado, explorado frecuentemente por los equipos escandinavos, un fútbol en el que el responsable de scouting jugó y trabajó.
El recuerdo de Salisu
Igual que el cine de superhéroes está marcado por las diferentes adaptaciones de quienes lo dirigen, de esta historia es protagonista alguien forjado en una batalla y un amateurismo que en Europa resultan ajenos, como sucedía con Salisu. Sucede, sin embargo, que la procedencia difiere en lo antes narrado, ya que el actual jugador del Mónaco llegó a Valladolid (no sin antes ser rechazado por multitud de clubes, dicho sea de paso) a través de la African Talent Football Academy de Fran Castaño.
El técnico madrileño llegó a él a través de un ‘showcase’ (un partido de muestra) en Kumasi, su ciudad, y estuvo meses tratando de convencer a equipos españoles del talento que tenía en sus manos hasta que se apareció el Real Valladolid en su camino. Víctor Fernández apostó por él y, como ahora Juma, empezó jugando en la División de Honor Juvenil y acumuló 39 partidos en el filial antes de debutar en Primera División. Su estreno fue también por hacer de la necesidad virtud: mientras se le buscaba una cesión, una sanción le concedió una oportunidad que no soltó.
Tenía el ghanés para entonces 20 años, por los 18 del central de Sierra Leona, que es el primer futbolista de su país (que pasa por ser uno de los más pobres del mundo) que milita en la Primera División española, no así en nuestro fútbol, pues el delantero Alhassan Koroma, ex de la Balompédica Linense y actualmente jugando en Catar, fue pionero. Su debut supuso un ‘boom’ allí, pero también en Zorrilla y a nivel global, dado que durante horas fue el futbolista más buscado en el portal especializado Transfermarkt durante la jornada del sábado, en la que copó los focos.
Si captó tanta atención fue porque el escenario no le pesó, aunque terminara con calambres, fruto de una adaptación que seguirá adelante, bajo las órdenes de Pezzolano, en adelante. No en vano, el técnico terminó satisfecho con su trabajo, como confirmó en rueda de prensa, que validó una decisión arriesgada pero meditada, terminada de tomar en la noche del miércoles, aunque el jugador no conociera ni siquiera que iba a ser convocado hasta el viernes, víspera del partido, y cuando fue comunicada, igual que al resto del equipo.
El uruguayo quedó prendado de Juma desde el primer entrenamiento, en el que vio su capacidad para ganar duelos, algo tan necesario en el tipo de fútbol que practica, de atrevimiento en los emparejamientos contra los delanteros rivales (muchas veces uno para uno) y de la estepa a la espalda de los zagueros. No defraudó: dejó varias muestras de lo que es con disputas como la que tuvo con Kubo en el centro del campo o con una salvada en el área minutos después. También, con los dos cambios de orientación hacia Raúl Moro que prometen ser un recurso interesante para un Real Valladolid hoy sonriente por la irrupción de su nuevo diamante africano.
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