“Joselu no es ahora el primo hermano de Van Basten”
Diego Martínez, técnico del Espanyol, asegura que “mi deseo es acabar el partido con cero goles recibidos” y esquiva que haya una dependencia con el delantero. “Estamos encantados”.
A dos días de recibir al Valladolid en el RCDE Stadium, Diego Martínez esquiva los debates de la portería. El técnico gallego deja claro que “necesitamos a todos” y que todas las decisiones que se toman se consensuan y se analizan, mientras que baja el suflé sobre Joselu Mato, autor de seis goles y boya del equipo, aunque reconoce que su misión es hacer goles y que “ojalá siga en este estado de gracia”. El entrenador no quiere más allá del domingo y confirma las bajas de Rubén Sánchez y de Gori.
-¿Quién jugará en la portería? ¿Hay que acostumbrarse a que exista rotación?
-Cuando tomamos las decisiones hay un análisis previo grande por mi parte y por la del área de porteros. Es normal que haya debate. Hay decisiones que son 48 o 52 por ciento. El jugador que no sale tiene argumentos para creer que debe ser él. Tomamos decisiones con más información. Intentamos poner a los que están mejor. Debo apostar por eso. Se han dado circunstancias anómalas. Forman parte del fútbol, pero se nos han concentrado en unos días. Necesitamos a todos. Si supiese de antemano que habría un error, lo habría cambiado antes.
-¿Pero quién jugará ante el Valladolid?
-Los jugadores son los primeros en saberlo. Tenemos que gestionar la carga en otras posiciones. Rubén Sánchez y Gori no estarán, los demás, veremos.
-¿Teme que los rivales vayan a por ustedes teniendo en cuenta que se muestran frágiles?
-Hay mucho análisis. Cada uno intenta encontrar los puntos débiles del rival. Será un partido ante un equipo difícil que marcó tres goles en Getafe. Pero cualquier rival que jugó ante nosotros vio un conjunto competitivo que estuvo cerca de la victoria. Hay que limitar esas situaciones anómalas y ser más contundentes en ataque.
-¿Lo más importante de la victoria sería recuperar el ánimo del equipo?
-El fútbol es un estado de ánimo. Vi en directo el Elche ante el Mallorca. Hubo una expulsión y cambió el encuentro, y fue para el otro lado. Hubo una situación y todo varió. Hablo de los momentos de los jugadores, que nos pueden facilitar su rendimiento si entra desde el banquillo, ya que pueden tener menos ansiedad. Necesitamos ganar para coger ese premio al esfuerzo del equipo. Hay muchas cosas que hicimos bien, y otras no. La media hora de la segunda parte ante el Cádiz es el Espanyol que todos queremos ver. Hay que intentar que cada error no sea un drama. Siempre nos rebelamos ante las circunstancias.
-¿Es un partido ante un rival directo?
-Hay 19 rivales directos. Si quiero generar una mentalidad de que podemos ganar a todos, no puedo hablar de rivales directos. El Valladolid compite fantásticamente. A partir de ahí, tenemos que hacerlo lo mejor posible desde nuestra potencia. Hay detalles a la hora de hacer el examen de conducir que fallamos. Estamos mejorando, muchas cosas.
-El Espanyol nunca llegó con ventaja al descanso. ¿Cricunstancial o sintómatico?
-Ojalá hubiéramos llegado 0-0 el otro día en una primera mitad en la que no estuvimos bien. Pudimos hacer cuatro después. Eso no es el fútbol. Remar contra corriente nos ha perjudicado. Logramos la victoria en San Mamés con cero goles al descanso y ante el Valencia también. Mi deseo es llegar con cero goles recibidos al final del partido.
-¿Qué tipo de partido espera?
-Hay que estar atento a todo. Visualizo un partido ganando y en positivo, jugando al máximo nivel, pero ellos vienen con la inercia de ascender, circulan bien, tienen buen pie, tienen llegada, gente por fuera... Vienen de ganar en Getafe un partido complejo. Hay que devolverle el cariño a la gente.
-Puado, de delantero centro, creó dos ocasiones claras en Cádiz. ¿Cómo ve al jugador?
-Hizo el mejor partido, estoy de acuero; pero hizo acciones también desde la banda. Coincido en su rendimiento. Unos partidos que jugó desde el inicio no estuvo acertado y el otro día sí. Lo intentamos con Nico Melamed pero no le salió. Necesitamos la mejor versión de cada uno, no estamos para deshechar ningún sistema. Lo que espera Javi es que el equipo gane. Si cada uno está más cerca de su mejor versión, eso repercutirá. Todos cambiarían su mejor rendimiento individual por ganar y eso dice mucho del alma y del espíritu, de lo que se siente en este equipo.
-¿Qué balance hace de estos cien días como entrenador del Espanyol?
-Los puntos están vinculados. Necesitamos puntos y ganar. A méritos y desarrollo estoy contento. Nos han pasado muchas cosas en tres meses, como equipo, club y vestuario. Si quitáramos los resultados, que lo contaminan todo, me siento orgulloso de cómo el equipo ha afrontado la adversidad. Y esto es magnífico. Hay otros equipos que no lo afrontan así. Estamos en el comienzo de un camino y hay un encanto especial. Cuando superas ese momento, todo es más sólido.
-¿Cree que hay una excesiva dependencia con Joselu?
-Estoy encantado con el rendimiento de Joselu. Hace dos meses decíais que lo buscábamos poco, y ahora que mucho. Ahora, no es el primo hermano de Marco Van Basten, estamos encantados con él. Es llamativo que lo elijan como capitán, dice mucho de él y del vestuario. Estará más controlado y generará otros momentos. Es lo que es el fútbol. No hay que ser tan dicotómico. Hay que ayudar a todos los jugadores para elevar ese suelo.
-¿Pero no cree que otros deben aportar más goles?
-Que marque goles Joselu no es un problema. Ojalá marque él y marquen todos. El problema ahora mismo no va por ahí. Seguimos siendo el que más postes lanza, el balance es importante... Nos movemos en niveles más que óptimos de rendimiento. Hay que matizar y reducir situaciones en defensa. Ojalá siga en estado de gracia más tiempo.
-El partido es justo después del Clásico, ¿qué le diría a la gente para que fuera en masa al estadio?
-Tenemos que darle a la gente, solo puedo darle las gracias. Estamos deseando darles una victoria. Seguro que todo estará más cerca.
-¿Cómo les condicionan las lesiones y qué opinan del número que están teniendo?
-Estamos en la media de los demás equipos. Nos condiciona los cambios obligados durante los partidos. Siempre vamos al límite y eso genera un sobresfuerzo. Esto es típico.