Johnny Cardoso por Guido
El Betis cree que tiene la posición de pivote cubierta con el estadounidense. El foco se colocará en reemplazar a Carvalho o Fekir... si se marchan.
La planificación del Betis cuenta como casi segura la marcha de Guido Rodríguez. El argentino no aceptó los últimos ofrecimientos del club verdiblanco en los últimos meses y en Heliópolis se da por perdido al medio centro a menos que éste trate ahora de reconducir esa relación. Su salida supone un revés en la medida en que era una pieza sustancial para Manuel Pellegrini: el pivote titular y uno de los líderes de un centro del campo que variará en algunos conceptos sin él. Pero reemplazarlo parece una misión ya cubierta: en enero llegó Johnny Cardoso y el estadounidense convenció a todos con un rendimiento notable en el centro del campo. Él es el sustituto de Guido. Más allá de otros movimientos, con él hay satisfacción para que sea la pieza que haga olvidar al argentino.
En los planes del Betis no pasa de momento buscar medios que fortalezcan el plantel. La operación con el Leeds por Marc Roca apunta a realizarse, incluso ya de forma definitiva, mientras crece la confianza en el joven Sergi Altimira, que debe dar un paso adelante la próxima temporada para sumar más protagonismo en el equipo. Al mismo tiempo, hay incertezas con otras bazas más creativas. William Carvalho vuelve a estar bajo las miras de varios equipos y cada verano se multiplican las incertidumbres con él. En este caso, el club sí mueve ficha para traer a algún medio de creatividad por si se marcha el portugués o incluso Nabil Fekir. El francés también es importante para Pellegrini, por lo que la dirección deportiva trabajaría en alguna vía de peso para reemplazarlo si finalmente acepta alguna oferta para salir.
Para Johnny, el desafío es claro. Él admitió que el aprendizaje junto a Guido Rodríguez era excepcional y que su deseo era seguir junto a él en este proyecto. Pero con esa circunstancia algo complicado, el estadounidense no duda en dar el paso adelante necesario para asumir el peso que le demanda el equipo en esa medular. Tiene fútbol para emular a Guido en algunos aspectos y su capacidad de crecer dispara la confianza en el club. Su cláusula de 80 millones de euros da cierta tranquilidad sobre su futuro pese a que algunos clubes ya se fijaron en las cualidades de este futbolista de 22 años que deslumbró en la Liga durante la segunda parte de la temporada.
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