Joaquín, sin fecha de caducidad
El jugador portuense tuvo minutos ante el Inter casi dos meses después y mostró su mejor versión para recordarle a Manuel Pellegrini que aún sigue siendo importante en el Betis.
A Joaquín le bastaron unos minutos para demostrar ante el Inter que sigue firme en su intención de entregar su mejor versión de juego hasta el último suspiro de su carrera. Desafió a la defensa del cuadro italiano con desbordes constantes hasta encontrar un espacio imposible en su habitual banda derecha y servir un centro medido para que Juanmi anotara el gol verdiblanco. No sirvió para ganar, pero sí para que la confianza del portuense se disparara en este regreso al césped. Llevaba sin jugar casi dos meses tras una lesión que lo privó de jugar el último derbi ante el Sevilla en la Liga. “Me he encontrado incluso mejor de lo que esperaba”, aseveró el jugador, feliz por estar de nuevo a disposición de Manuel Pellegrini. Será necesario, sin duda, en los próximos meses ante tantos retos presentes.
Minutos como los de este amistoso vuelven a poner entre interrogantes que la retirada de Joaquín llegue este verano. Ya alargó el pasado curso su carrera cuando todo indicaba que pondría ahí un punto y final. Su rendimiento no se minimizó y tampoco su peso en este proyecto verdiblanco. De momento, Joaquín no tiene fecha de caducidad. Para Pellegrini se trata de un arma de doble valor: siempre le responde con detalles y calidad en el campo cuando lo necesita, ya sea como titular o como revulsivo. Además, resulta una pieza intocable a nivel de liderazgo en un vestuario que lo idolatra. Él ya bromeó al respecto en entrevistas pasadas: “Si logramos el billete a la Champions, no me echan ni con agua caliente...”. La respuesta la volverá a tener el futbolista al término de la campaña y en consonancia al rendimiento que pueda dejar en escena en estos meses que restan.
Ante el Inter demostró que su fútbol sigue ahí. Deja en el olvido su última lesión y recuerda que su alianza con Juanmi es total. Se conocen bien y así definió esa jugada entre ambos el propio Joaquín: “Me pasa como con Ricardo Oliveira, no hacía falta mirar para saber que estaba ahí. Con Juanmi pasa lo mismo, sé que si la pongo bien él va a llegar”. Pellegrini se frota las manos con los regresos de ambos y ya trata de resolver su puzle de cara a la cita ante el Athletic del cierre del año. Antes habrá otro amistoso de altura, esta vez ante el Atalanta, para medir la capacidad de los suyos de romper las adversidades.