Joaquín atrapa a Nanu Soler con 20 temporadas en Primera
La leyenda del Betis va a la caza de Zubizarreta, tras su estreno en el Bernabéu. Los 601 partidos en la élite le dejan a 21 del mítico portero, que es su otro gran desafío pendiente.
Joaquín capturó en el Santiago Bernabéu a Nanu Soler, que era el único jugador que había disfrutado 20 temporadas en Primera División. El portuense, que ya vivió desde el banquillo el triunfo del Betis ante Osasuna, se estrenó este curso frente al Madrid. Relevó a Juanmi en el minuto 70 para refrescar ideas en busca de la igualada. Los 601 partidos en la élite le dejan a 22 de superar a Zubizarreta, que es su otro gran desafío pendiente.
Soler, un clásico de la Liga desde inicios de los años 80, se retiró en el Mallorca. Lució de bermellón durante cinco temporadas. Sólo había estado tan asentado cuando irrumpió en el Espanyol de Luis Aragonés, en la campaña 83/84. Este trotamundos pasó igualmente por el Barcelona, el Atlético, el Zaragoza y dos cursos en el Sevilla también con el sabio de Hortaleza.
El catalán, que acumuló 504 encuentros de Liga, elevó un listón difícil de superar. Hasta que Joaquín devoró pretemporadas. Fernando Vázquez le dio el bautismo como verdiblanco en el Multiusos de San Lázaro, pero fue Juande Ramos quien le desató las bridas entre los mejores en La Rosaleda, concretamente en el estreno de la campaña 2001/2002. El extremo, envuelto en desencuentros con Ruiz de Lopera en una relación de amores y odios, se terminó marchando al Valencia. Otro lustro en el que le da tiempo a repetir la conquista de la Copa del Rey.
Coincidió con Pellegrini en los años gloriosos del Málaga en la Champions. Dos cursos de emociones fuertes le llevan de escala a la Fiorentina. Dos años más tarde el hijo pródigo regresa a Heliópolis, donde acaba de arrancar su octava temporada consecutiva no sin avatares del destino. La reciente Copa del Rey frente a su antiguo equipo, el Valencia, le hizo reconsiderar la retirada. La ilusión se desplomó en un verano de zozobras por las trabas de la inscripción, pero con el final feliz ha retomado su larga carrera hacia Zubizarreta, compartiendo trono con Miquel Soler. Con 41 años ya empezó a deslizar mensajes confusos porque nunca descarta “dejar la ventanita abierta”.