João Félix, un destierro feliz y la venganza soñada
El portugués, cedido en el Barça por el Atlético, sentenció a sus ex compañeros con un precioso gol y firmó uno de sus mejores partidos de azulgrana.
João Félix juega cedido en el FC Barcelona por el Atlético de Madrid pero celebró el gol como si llevara años en el Barça. Se subió a una de las vallas publicitarias y abrió los brazos, como acostumbra a hacer siempre que marca. Al principio, no cambió su guion habitual en las celebraciones de sus goles pero es innegable que el de ayer ante su ex equipo, al menos hasta el 30 de junio, fue especial y por eso decidió besarse el escudo y alzar el puño, en agradecimiento a una afición que lo ha recibido con los brazos abiertos pero sin olvidar que justo delante tenía a los seguidores del Atlético.
“La reacción del gol ha sido espontánea. Te pones en el calor del partido y fue como un alivio después del verano que he vivido. Sólo las personas cercanas a mí saben cómo lo he vivido, mi familia”, afirmó al final del partido.
Su nombre fue el gran protagonista en la previa. Recibió pullitas por parte de Griezmann, Saúl Níguez y del propio Cholo Simeone. Que si no había sido constante durante su estancia en el club colchonero, que le faltó actitud para triunfar...Tuvo que oír demasiadas cosas. Solo recibió cariño por parte de Enrique Cerezo justo antes de la comida de directivas; posiblemente pensando que la factura a mandar al Barça será mayor después de su partidazo de ayer.
Porque João Félix, además de meter el gol que dio la victoria al Barça con una picadita soberbia ante Oblak, lideró al equipo en el apartado ofensivo ante la falta preocupante de acierto de Lewandowski. Salió con un plus de motivación, como esperaba Xavi, y el Atlético pagó muy cara su osadía de picarlo con sus declaraciones. No gusto demasiado en los jugadores colchoneros el recital de su ex compañero.
Los sacó de quicio hasta tal punto que lo cosieron a patadas, algunas de ellas muy feas. Como, por ejemplo, la de Hermoso, que le pisó el tobillo justo después de estar a punto de firmar el segundo gol. Se las tuvo con Witsel, Giménez... Muchos lo buscaron.
João Félix es feliz en su destierro en Barcelona. Ya lo dijo Xavi. Aquí es constante, trabaja como el que más y además hace bromas. Se le ve capacitado para ser importante en un equipo grande. Se llevó la ovación de la noche al ser sustituido por Ferran Torres y se abrazó a Xavi, sin ni siquiera mirar a Simeone, el técnico que tanto le hizo sufrir en su etapa en el Atlético, la que él quiere olvidar para siempre una vez finalice su cesión. Ayer quedó muy claro que ya le queda muy poco de colchonero.