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BARCELONA

Joan Laporta quiere entregarle a Messi el ‘10′ de Ansu Fati

Leo sólo volverá al Barcelona si le envían un contrato ya aprobado por LaLiga y si le garantizan jugar con el número que dejó en el Barça.

Joan Laporta trabaja intensamente para cumplir las dos condiciones necesarias para rematar el regreso de Leo Messi al Barcelona. El presidente azulgrana estudia las fórmulas económicas que le permitan cumplir con las exigencias de Javier Tebas, que está dispuesto a ayudar al Barça porque el regreso del argentino al campeonato de Liga supondría una revalorización de los derechos de la competición en el mercado internacional. La primera condición innegociable para que Messi vuelva es que el Barça logre equilibrar su balance presupuestario. Messi sólo firmará el contrato si Laporta se lo envía previamente autorizado por LaLiga y por el Barça. Luego se haría un paripé de la firma conjunta, pero ese momento sólo llegaría si Messi ha recibido antes todos los documentos legal y debidamente firmados, visados y aprobados.

Esta primera condición no es fácil de cumplir, puesto que el Barcelona debe reducir en 205 millones de euros su masa salarial. Para ello, además de recortar el presupuesto de algunas de sus secciones deportivas, tendrá que renegociar a la baja los contratos de jugadores como Jordi Alba, Ter Stegen o De Jong y dejar salir a otros como Busquets, Ferran Torres o Nico. Para encajar a Messi serán inevitables los traspasos, y es tal el empeño de Laporta en conseguir el retorno de Leo que los únicos intocables son Pedri, Gavi, Lewandowski, Araujo, y Koundé. El resto, incluido Raphinha de ser necesario, estarían en la rampa de salida.

La segunda condición innegociable es que Messi recupere el 10 que ahora tiene Ansu Fati. Este requerimiento parece más fácil de cumplir que el primero, pero no es así. Ansu Fati tiene contrato en vigor hasta 2027 y una ficha de 12 millones por temporada. Mucho tiempo y mucho dinero como para marcharse a otro equipo. El joven jugador, que en el último partido ante Osasuna se acercó el nivel previo a su lesión de rodilla, se ve capacitado para recuperar la titularidad y no quiere ceder el 10, ya que es un número que le dieron para cargar con la responsabilidad de ocupar el espacio de Messi en el corazón del barcelonismo. Laporta tiene en este asunto otro problema casi tan complicado como el equilibrio presupuestario. Convencer a Tebas tocándole la cartera podría resultar tan difícil como convencer a Ansu Fati tocándole el corazón.