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BARCELONA

Javi Guerra-Vitor Roque: intereses cruzados entre Barça y Valencia

El Barcelona se fija en el centrocampista del Valencia, mientras que los de Baraja buscan gol y el brasileño les encaja. Serían operaciones en paralelo.

Actualizado a
12/05/24  PARTIDO PRIMERA DIVISION 
VALENCIA CF - RAYO VALLECANO
JAVI GUERRA
DAVID GONZALEZ ARENASDiarioAS

El Barcelona y el Valencia tienen pretensiones cruzadas. Hablamos de Javi Guerra y Vitor Roque. Ninguno de los dos clubes está hoy en disposición de poner la bala donde miran por su ojo y menos con el mercado en ciernes. Sus coyunturas ahora son más de recaudar que de invertir (100 millones a la desesperada los culés, entre 20 y 25 millones los blanquinegros aunque con menor premura), aunque sus respectivas direcciones deportivas están atentas a movimientos y sus entrenadores han hecho su carta a los Reyes de posiciones a cubrir. Y ahí aparecen los nombres de los dos jovenzuelos.

Deco, como varios otros de sus colegas de profesión, tienen monitorizada a la Quinta del Pipo. Baraja ha dado rienda suelta a una camada de chavales que han crecido y competido con una camiseta que tiene su peso. De ahí que en las próximas semanas los Mamardashvili, Mosquera o Guerra vayan a sonar aquí y allá. Y éste último, el centrocampista de Gilet, es el que más encaja por sus características y necesidades en la Ciudad Condal. No es el único, hay otros medios como Joshua Kimmich o Guido. Lo dicho, el Barcelona no está en posición de obcecarse con un objetivo en concreto.

De Guerra no solo tienen informes de cómo juega y qué puede aportarles, también conocen de primera mano los contractuales. Deco ha llamado al entorno del futbolista y sabe en qué términos podría darse la operación Guerra si Hansi Flick diera el OK y la directiva de Joan Laporta hace los deberes que tiene de financiación. Pero de momento, el interés no ha pasado a mayores ni es el único club que le tiene en sus pensamientos. El Nápoles también anda detrás de Guerra, un jugador del agrado de Antonio Conte. Y el club italiano, con voluntad de hacer una revolución en su vestuario y con la posible y suculenta venta de Osimhen, tendría la capacidad de movimiento inmediato por Guerra que no tiene el Barcelona.

El Valencia, como a todos sus futbolistas, ha puesto un precio de salida a Guerra. En su caso, entre 20 y 25 millones. Pero a diferencia de otros veranos, Lim tiene en términos contables hasta el 30 de junio de 2025 para hacer la caja necesaria para equilibrar su presupuesto y tiene varios activos con los que poder recaudar. De ahí que el Valencia esté en posición de poder esperar ofertas, de ‘apretar’ por ellas.

Guerra, a pesar de ser el icono de La Quinta del Pipo por su explosiva puesta en escena cuando debutó, ha sido esta temporada para Rubén Baraja el menos intocable entre los referentes. La influencia de los Mamardashvili, Mosquera, Pepelu o Hugo Duro ha sido mayor. Nadie en el Valencia duda de su porvenir y su valía, aunque si el Valencia tuviera el control sobre el mercado y éste fuera como deshojar una margarita, la hoja de Guerra caería antes que otras, aunque ese poder absoluto no lo tiene el club, abocado a vender lo que realmente otros quieran comprarle. Guerra, por añadir contexto y por el contrato que se firmó con el Villarreal cuando el chaval se fue de allí, le cuesta al Valencia 100.000 euros cada ciclo de 10 partidos y el 30% de un futuro traspaso iría para las arcas del club de La Cerámica.

Al otro lado del trasvase Barcelona-Valencia, tan activo a lo largo de la historia y también en la era Lim (Mathieu, André Gomes, Alcácer, Neto, Cillessen…), aparece el nombre de Víctor Roque. El brasileño es uno de los delanteros a los que está atento el Valencia por si se dieran el contexto idóneo para su llegada. Lo primero que hay que decir es que no hay vinculación entre lo de Guerra y Roque, si se dieran serían operaciones en paralelo, aunque ya que te sientas por uno hablas del otro. Lo segundo que hay que matizar es que Roque está en el radar del Valencia como tantos otros delanteros.

Baraja ha pedido gol, lo necesita , y las posibilidades blanquinegras son las que son. Así que Roque, por sus circunstancias en Can Barça, está en ese ramillete como también Rafa Mir, Toni Martínez, Carlos Martín... Roque, que sin pretenderlo se ha visto salpicado en la tormentosa salida de Xavi, tendría en Mestalla a ojos de Deco el escenario idílico para demostrar su potencial y aclimatarse a la Liga española. A fin de cuenta Baraja se ha ganado reputación como formador y tampoco su salario es de los desorbitados. Los problemas en su caso, además de las intenciones de su agente (si saliera del Barcelona quisiera que fuera traspasado y no en cesión), principalmente son que el Valencia no compite en Europa y novias no le van a faltar entre quienes sí compiten en el viejo continente.

El plan blanquinegro, a su vez, a estas alturas de verano, trataría de priorizar la llegada de un delantero sobre el que en un futuro tuviera algún tipo de posibilidad de control real sobre sus derechos, cosa que no tuvo hace dos años con Kluivert (la opción de compra de 15 millones estaba fuera de su alcance) o Lino (en cuya cesión ni existía esa opción). Eso sí, Baraja quisiera volver a tener la calidad de aquellos más que sus derechos.

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