Isco, problemón para el Sevilla
Se retiró del entrenamiento, otra vez, a los 10 minutos. El rendimiento y la actitud del malagueño provocan que Sampaoli y Monchi prefieran desprenderse de él este invierno.
Isco Alarcón llegó a Sevilla entre suspicacias, rindió notablemente durante sus primeras semanas y luego su rendimiento cayó hasta provocar hastío, al club y a él mismo. Unos últimos gestos entre el pasotismo y la discordia han acabado por colocar al malagueño el cartel de absolutamente transferible para este mercado invernal. Sampaoli le ha dejado fuera de la lista en los dos amistosos ante Mónaco y Benfica (en el primero se argumentaron problemas físicos) y este martes volvió a retirarse de una sesión a los 10 minutos. Presuntamente, por molestias en su tobillo izquierdo. Eso sí, ni siquiera se le vio cojear.
El club de Nervión pretende quitarse de encima al malagueño lo antes posible, y le intenta encontrar nuevo destino como a Dolberg, Januzaj o Papu Gómez. En el caso del delantero danés las gestiones parecían avanzadas para que su cesión del Niza la continuase en la Bundesliga. Lo de Januzaj será más difícil porque firmó cuatro campañas con un importante salario, ya que llegó libre de la Real. Papu dispone de cartel en Italia y en la MLS pero Isco... Ahí entra la decisión del futbolista. Y de momento, la decisión del de Arroyo de la Miel era no marcharse a ningún otro sitio. O al menos a ‘cualquier’ sitio.
Desde la Premier llegan cantos de sirena del Wolverhamtpon Wolves que ahora dirige el gran y parece que único valedor de Isco en el Sánchez-Pizjuán, Julen Lopetegui. Recién mudado casi a la capital hispalense, parece complicado que el jugador vaya a trasladarse al corazón helado de Inglaterra. Cierto es que firmó dos años en el Sevilla con un salario, en fijo al menos, bastante menor que el que cobraba en Chamartín. Y que los pluses, con la que está cayendo en Nervión, andan lejos de cumplirse. El dinero siempre convence, bien lo saben los equipos ingleses.
Los temores que albergó el fichaje del exfutbolista de Real Madrid y Málaga se andan convirtiendo en realidad casi como si tuvieran un guion preestablecido. Isco, que contrató un preparador personal antes de su llegada a la capital andaluza y siguió ejercitándose con él hasta alcanzar un buen estado de forma, se mostró físicamente a un tono mucho menor en los últimos duelos antes del parón. Y además, su actitud también ha terminado por torcerse. Ahora mismo, hasta que se le consiga otro destino, se convierte en un problemón para el Sevilla.