Iñigo tenía un plan y funcionó
El técnico recuperó ante el Atlético las bases del Rayo de Iraola, a base de presión alta, terminar jugadas y mucha intensidad en los duelos. La primera parte es el modelo a seguir.
Iñigo Pérez tenía un plan para el partido contra el Atlético y le salió redondo. Su once plagado de cambios —con Pathé Ciss, Unai López, Isi y Nteka arriba— sorprendió, pero dio sus frutos. La primera parte del Rayo fue la mejor de la temporada. Los franjirrojos se fueron 1-0 al descanso con el 68,1% de posesión y doce disparos. “Esa primera mitad tiene mucho peso en nuestra autoestima futbolística. Es una referencia que memorizar para poder repetirla de manera regular. El nivel de exigencia debe ser éste”, explicó el técnico vallecano. Su Rayo ahogó en la presión a los rojiblancos y las bandas volvieron a ser puñales, recordando a aquel de Iraola (e Iñigo, que era su segundo). Todas las estadísticas caían de su lado y así es como Isi cazó un tiro cruzado de Ratiu para adelantar a los locales. Revisión del VAR mediante.
Si la primera parte fue para enmarcar, la segunda la define una palabra: resistencia. Los rayistas defendieron con uñas y dientes el botín tras el 1-1, anotado por Gallagher en el 49′. “Fue una resistencia muy buena que no pudimos realizar contra el Barça y es un paso adelante”, sentenció Iñigo. La Franja terminó el derbi con un 54,5% de posesión y 16 tiros. Es más, por su juego y la cantidad y calidad de ocasiones creadas tenía que haber marcado 1,85 goles. De hecho, dio 153 pases en el último tercio del campo, con una precisión del 64,7%.
El equipo vallecano celebró su partido número 800 en Primera con un punto de oro, que se cimentó en la importancia de la segunda línea. A pesar de que Nteka fue la referencia arriba, los remates estuvieron en las botas de Ratiu, Pathé Ciss, Embarba e Isi (tres cada uno de ellos) y De Frutos (dos). Los laterales, Ratiu y Chavarría, no dejaron de subir. El rumano intentó cinco centros y el catalán completó trece pases en el último tercio. El mismo número que De Frutos, que además fue quien más balones recuperó (ocho). Otro nombre propio fue el de Pathé Ciss, cuya precisión en los pases al borde del área ascendió al 100% y de los 49 totales sólo erró tres. Un trabajo coral para una primera parte para enmarcar. La obra culmen del Rayo de Iñigo hasta el momento.
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