Iñigo Pérez, juventud y carácter al timón del Rayo
El técnico franjirrojo soportó la presión de no alinear a James y RdT. Es tímido, un ávido lector y lleva las zapatillas de Forrest Gump.
Iñigo Pérez (Pamplona, 1988) es el técnico más joven de Primera, junto a Giráldez, pero su trayectoria está siendo meteórica. Nada más retirarse, en verano de 2022, ingresó en el cuerpo técnico de Iraola como segundo entrenador. A pesar de que el Rayo le tanteó para suceder a Andoni en el banquillo, Iñigo quiso acompañarle en su aventura con el Bournemouth. No consiguió el permiso de trabajo, por culpa del Brexit, y tuvo que volverse a España. De ahí que se subiera al tren franjirrojo cuando volvió a pasar por la destitución de Francisco. Era el 14 de febrero de 2024. Durante este tiempo en Vallecas, ha demostrado tener las ideas claras y mucha personalidad, algo que evidencia su juego y su manera de gestionar las situaciones. Por difíciles que parezcan...
Lo demostró con James, un fichaje de relumbrón que no tenía cabida en el engranaje de la máquina franjirroja. A pesar del ruido y las críticas alrededor, el técnico defendió su postura a capa y espada: “Dais por hecho que alguien viene y tiene que jugar de titular, pero tengo futbolistas que no han disfrutado de un solo minuto. Estoy encantado de que James esté aquí, aunque no me gusta como entrenador y guía de 25 futbolistas que se hagan diferencias”. Iñigo defendió que nadie es más que nadie, como promulga su propia afición, y sus pupilos cerraron filas en torno a él. De hecho, le sacaron para que cantara La Vida Pirata junto a ellos, tras la marcha del colombiano. No le duelen prendas si tiene que sentar a jugadores como RdT, el fichaje más caro de la historia del Rayo.
Es tímido y no le gustan los focos. Es más, no concede entrevistas pero, en una pequeña charla con LaLiga, desveló que las zapatillas que luce en todos sus partidos son las de Forrest Gump. No es casualidad. “Desde su bondad, desde su ayuda, desde su tranquilidad, va caminando, va quemando etapas. Sin querer y sin intentar obtener el reconocimiento va consiguiendo hitos”, dijo ese entrenador que no siente el frío y luce manga corta incluso en las noches más gélidas. La adrenalina le da calor.
La afición está con Iñigo, que siempre se ha mostrado cercano y conciliador. Ha acudido a presentaciones de libros, actos como la entrega de los brazaletes a los capitanes... y ha recibido el premio ‘Timoneros del Santa Inés’ con motivo del centenario. Su implicación le ha hecho rechazar jugosas ofertas, de LaLiga y la Premier.
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Además, es atípico por su manera de expresarse, con un léxico muy rico, ya que es un ávido lector. Hasta el punto de que anunció su marcha del Numancia con los versos de ‘Campos de Castilla’ de Machado. Una rara avis en el mundo del fútbol, capaz de admitir: “No me gusta que se lleve un partido al extranjero, pero si lo quisiera cambiar tendría que salirme de la rueda. Cobramos salarios indecentes y no nos queremos ir”.
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