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BARCELONA

Iñigo cayó en la trampa

Xavi apostó por él para poner en valor su experiencia y no exponer a Pau Cubarsí, pero el central se equivocó en la acción defensiva que dio origen al empate del Nápoles.

El jugador nigeriano del Nápoles recibe un balón dentro del área, forcejea con Íñigo Martínez y le gana la pelea, encara y dispara raso engañando a Marc-André Ter Stegen.
Osimhen forcejea y la gana la acción a Iñigo, que acaba en el suelo.Associated Press/LaPresse

Iñigo Martínez cayó en la trampa de Osimhen en Nápoles. El fútbol tiene esos giros extraños de guion. Xavi apostó por el central de Ondarroa como titular para poner en valor su experiencia y no exponer a Pau Cubarsí en un partido de tanto vuelo. Y, curiosamente, Iñigo, central fiable por regla general, cometió una ingenuidad en la acción decisiva del partido. Al ex jugador del Athletic le pudieron las ganas e intentó anticiparse a Osimhen, que jugó con su cuerpo con maestría. La acción acabó con Iñigo por el suelo y el nigeriano batiendo con facilidad a un Ter Stegen vendido en la acción. Iñigo, frustrado, protestó falta y hasta vio tarjeta amarilla. Pero ninguna imagen le dio la razón. Pareció una acción del juego en la que el vasco fue víctima de sus ansias por cortar la acción.

Hasta entonces, Iñigo había jugado un partido correcto. Hasta había participado en el inicio de la acción del 0-1, dejando el balón a Pedri para que el canario conectase con Lewandowski. Concentrado y agresivo, en la primera parte había hecho un par de faltas tácticas con buen criterio para que el Nápoles no pudiese correr. Osimhen sí le había ganado la acción al principio de la segunda parte. En el lateral del área, se fue con facilidad del internacional español, que tuvo que tirarle en una acción al límite de la tarjeta. Luego, llegó la acción del 1-1.

Iñigo terminó el partido muy frustrado. Sabía que se había expuesto en la acción del empate del Nápoles, aunque en su conversación al final del partido con Osimhen se le veía convencido de que su reclamación de falta era legítima. Ahora, tendrá que ponerse el vídeo para no repetir errores en la vuelta. Cubarsí, mientras, lo vio todo desde la banda, donde calentaba. A sus 17 años, entendió muchas cosas de las noches de Champions. Una de ellas, que a veces la experiencia no es suficiente.

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