Iñigo admite que se operó este verano: “Fueron cinco minutos”
En su presentación, el central desvela que cuando acabó la temporada intentó poner fin así a su problema en la fascia del pie derecho: “Noto bastante mejora”.
Iñigo Martínez (17-5-1991, Ondarroa) interpretó a la perfección este martes toda la liturgia de un primer día como jugador del Barça. Primero, apareció elegante en el Camp Tito Vilanova de la Ciutat Esportiva para cumplir el protocolo y firmar el contrato que le unirá hasta junio de 2025 al “mejor club del mundo” en sus palabras. Laporta le entregó el carnet de socio y le pidió que cumpla “con los compromisos comerciales” del club. “Visca el Barça”, dijo antes de meterse en el vestuario para enfundarse por primera vez la camiseta azulgrana y lucir con ella. Primero, al lado de Joan Laporta y de los directivos (Rafa Yuste, Joan Solé, Eduard Romeu) y Mateu Alemany. Inmediatamente después, de su familia, que no faltó a la cita. Luego, y respetando bastante los horarios pactados por el club, compareció en la sala de prensa de la Ciutat Esportiva. “Da gusto que hablen así de bien de uno”, dijo de los elogios de Laporta y Alemany. “Nada más llegar ya he visto qué tipo de personas hay en el vestuario. Estoy feliz de poder formar parte de esta gran familia. Los que me van siguiendo saben qué puedo aportar, pero destacaría el carácter competitivo que tengo y creo que en eso puedo ayudar al equipo. Vengo a currar y a intentar ganar la mayor cantidad de títulos posibles”. Pero después de los elogios, había un tema más delicado que tratar.
“Espero hacer cosas en poco tiempo con el equipo”, dijo Iñigo cuando se puso encima de la mesa sus problemas en la fascia del pie derecho. Al punto de que el central admitió que, después de un año arrastrando molestias, decidió pasar a la acción y se operó este verano: “Nada más terminar la temporada hubo una pequeña intervención en esa zona al ver que llevaba tiempo sin recuperarme. Decidí dar ese paso, se dio, y noto bastante mejora después de la operación. Fueron cinco minutos y cierto que mejoró bastante”. Eso sí, no pudo poner fecha a la reaparición: “El tema de la fascia no es como una rotura. Ahí estás un mes o dos parado y luego vuelves. Noto mejora y ya hago algo en el campo solo. Llevo un año así pero voy mejorando”.
Por lo demás, a Iñigo se le vio feliz. “Cuando te llama el Barça, todo lo demás pasa a segundo plano. Los ojos te hacen chribitas”, dijo. “Estoy intentando adaptarme, a todo correr. Poco a poco, voy asentándome pero desde el primer minuto el trato ha sido excepcional. He tenido una charla con el entrenador pero no he tenido mucho tiempo para hablar a fondo. Me ha transmitido confianza, que esté tranquilo y que todo va a ir bien. Vengo a un gran club y, obviamente, está dispuesto a ayudarme. Pero las conversaciones son un tema privado. Xavi me ha querido aquí desde el minuto uno”.
Iñigo demostró en su ‘premiere’ que es un tipo con carácter. “No me preocupa el asunto de la inscripción, no vi ningún fantasma por las otras veces que estuve cerca de fichar por el y sé cómo funciona esto cómo soy. Hay gente joven que necesita aprender de otros. Vengo a enseñar, a aprender y dar el cien por cien. Y a hacer lo que tenga que hacer para jugar. Pero es verdad que me gusta decir que una de mis características es el carácter y las ganas que le pongo. ¿Mayor para jugar aquí? Cada uno tiene su opinión. Obviamente, no la comparto pero yo vengo aquí a jugar y a ganar títulos para el club y su gente”.
A Iñigo lo habían presentado antes Joan Laporta y Mateu Alemany. El presidente le recordó los ejemplos de Garay y Alexanco, precedentes de centrales procedentes del Athletic en la historia del Barça. Y Mateu Alemany se deshizo en elogios hacia el central: “El presidente ya lo ha dicho casi todo. Hace un año éramos conscientes de que había una necesidad en la parte central de la defensa porque iba a ser el último año de Piqué. Y nos pusimos el reto de buscar quién podía tener un perfil parecido al de Piqué teniendo en cuenta la situación económica del club. El primer nombre que salió fue el del iñigo. Sabemos que el Athletic no negocia traspasos y aquello quedó en stand by. Pero, por surerte para nosotros, estaba la opción de negociar con Iñigo desde enero. Tiene la gran ventaja de que conoce la Liga, así que es un jugador de rendimiento inmediato. Además, los jugadores vascos siempre han funcionado bien en el Barça”. Luego miró a Iñigo con complicidad y le dijo: “No te quejarás de cómo te he puesto”. Era el día feliz de Iñigo. Ahora toca poner la fascia derecha a punto.