Idumbo, ‘infiltrado’ en el Sevilla
El belga es, con Alberto, el único del filial que tiene ahora taquilla en el nuevo vestuario del primer equipo. Se entrena otra vez con Quique.
Curiosas y guadianescas apariciones de Stanis Idumbo-Muzambo por el primer equipo e incluso por el filial del Sevilla. El extremo belga, al que algunos pesos pesados en Nervión calificaron como “jugador que valdrá muchos millones” cuando arribó el pasado enero, ha vuelto esta semana a entrenarse a las órdenes de Quique Flores y es probable que tenga minutos durante la recta final de Liga. El Sevilla ya está salvado virtualmente y llega el momento de repartir méritos y buscar nuevos o viejos valores que sirvan para la incierta temporada que viene.
Y Stanis tiene toda la pinta de entrar por fin en esa baraja de meritorios. Es el único futbolista del filial, junto al tercer portero Alberto Flores, que tiene de hecho una taquilla adjudicada en las nuevas instalaciones de la Ciudad Deportiva para el primer equipo, que el Sevilla inauguró y presentó a los medios este pasado jueves.
Idumbo, de 18 años, le costó a los nervionenses 300.000 euros. Terminaba contrato en junio con el Ajax de Amsterdam. Quique le convocó en febrero durante cinco jornadas de Liga seguidas (Rayo, Atlético, Valencia, Real Madrid y Real Sociedad) pero el joven futbolista no llegó a debutar. Luego volvió con el filial, donde había enamorado con dos goles en sus primeras apariciones pero con el que, lesiones aparte, no ha sido indiscutible en el final de campaña.
Ante el UCAM Murcia, en el partido que significó el ascenso a Primera RFEF del Sevilla Atlético, Jesús Galván ni siquiera lo sacó del banquillo. El técnico no se guarda sin embargo elogios para Idumbo: “Cuando se suelte, tiene potencial de sobra. Velocidad, desborde… Si sabe aprovecharlo, si sabe cuándo tiene que hacerlo, nos puede dar grandes tardes de gloria. Él vino para la dinámica del primer equipo, para ayudarnos de forma puntual. La situación del Sevilla, los jugadores de nivel que tiene, le han llevado a estar más tiempo con nosotros”. Galván cree que el idioma ha podido ser un problema: “Se cree que no, pero es un hándicap. Yo chapurreo inglés. Mi cuerpo técnico habla perfectamente y, además, hemos tenido la ayuda de Mateo Mejía, que venía del United y hablaba perfecto. A él le ha costado, es lógico”.
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