Hjulmand estrena el casillero de derrotas del Villarreal
El conjunto groguet cayó en el Estadio Nacional do Jamor con un penalti dudoso que convirtió el capitán del equipo portugués.
El Villarreal estrenó su casillero de derrotas frente al Sporting de Portugal en el primer test serio de la pretemporada. Los de Marcelino cayeron por un penaltito en los primeros minutos de encuentro que decantó la balanza para que el equipo de Rui Borges, bicampeón de Portugal, se llevara el triunfo. Alberto Moleiro y Pau Cabanes agitaron el partido con su entrada en el segundo tiempo, pero fue insuficiente. El gol de Morten Hjulmand desde los once mentros dio el Trofeo de los Cinco Violinos a los leones.
Partido de alta tensión en el Estadio Nacional do Jamor pese a tratarse de un amistoso, con hasta cinco amonestados en el primer tiempo. El Villarreal, que se topó con un penalti justito en contra por unas supuestas manos de Kambwala a las primeras de cambio, con gol del capitán Hjulmand, dominó más el balón pero le faltó generar peligro real en la portería de João Virgínia. Qué importante sería recuperar la mejor versión de Gerard Moreno, bisagra para unir las líneas ofensivas y que deleitó al público con un par de pases al espacio que murieron en la orilla, tanto a Yeremy Pino como a Pedraza. Pépé estuvo especialmente activo por la derecha; sin embargo, las ocasiones más claras cayeron para el conjunto portugués en la cabeza de Harder y una conducción con un disparo cruzado de Geny Catamo que se marchó por poco.
Tras el paso por vestuarios, Marcelino agitó el árbol con las entradas de Foyth, Cardona, Moleiro y Pau Cabanes, que metió un centro peligroso desde la derecha al poco de entrar. Mientras que Etta Eyong estrelló un balón en la cruceta tras un pase al espacio de Moleiro, al que Marcelino situó por detrás del punta e incluso poco después pudo hacer el empate con una volea que rozó el palo. Moleiro, enchufadísimo desde su entrada, lo intentó de nuevo con un remate de exterior que se le fue alto. El canario mejoraba cada acción que pasaba por sus botas, conectando especialmente con su paisano Yeremy. Sin embargo, la incidencia del ex de Las Palmas sufrió un proceso parecido al de la Coca-Cola, cada vez con menos gas. Y con el paso de los minutos, y el carrusel de cambios en ambos conjuntos, el partido se fue apagando e incluso fue el Sporting el que, tirando de oficio, acabó con más autoridad el encuentro para llevarse el triunfo.
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