Hay un hueco para Ceballos
Xabi Alonso considera que tiene una capacidad de crear juego que escasea en la plantilla. Si no es titular, es por una cuestión de nivel... y eso depende de él. San Sebastián le ha reforzado
Jugar, depende de Ceballos. Así de sencillo. De que mejore el rendimiento de sus compañeros. Así de simple. Y no es un precepto privado en Valdebebas, sino un dogma que Xabi Alonso anunció sin pelos en la lengua el pasado viernes: “Jugará el que lo merezca”. Aquí todos cuentan. Todos, también Ceballos. Xabi Alonso dirige un Madrid con M de meritocracia. A día de hoy, lo tiene claro: mucha rotación y las titularidades, para quien las merezca. Y en este mapa, Ceballos tiene un hueco.
El cuerpo técnico considera que tiene una capacidad de crear juego que escasea en la plantilla. Más pie, por así decirlo, que Camavinga o Valverde. Pero eso no quiere decir que sea mejor jugador. Ni mucho menos. Cada uno aporta sus características y potencia al equipo. Quien lo haga más, jugará. Lo dicho, pura meritocracia. Pero Ceballos tiene un rol: algo parecido a ese creador del que el equipo es huérfano. Tendrá minutos, tendrá oportunidades.
Un 90% de peligro
Nadie deja de contar en este equipo por norma. Pero de ahí, a ser titular, hay un salto. Y eso ya es tarea de Ceballos. Que cuando se le abra una puerta, la tire abajo de una patada. Su actuación en San Sebastián le refuerza: sólo falló un pase (de los 26 que dio), dio diez en el último tercio del campo (con un 90% de acierto, por encima del 86% de Güler, por ejemplo) e intervino en 41 ocasiones (Güler, con casi 20′ más, 47, por ponerlo en perspectiva).
AS responde
Es un buen jugador y jugará muchos minutos. Xabi rotará, la temporada es muy larga con muchos partidos.
Hola, César. Como dices, si en algo está teniendo cuidado Xabi, es en la gestión de los esfuerzos de los jugadores. Esas rotaciones brindan oportunidades como la que tuvo, y aprovechó, Ceballos en Anoeta.
Ceballos recibió una oportunidad y mejoró su imagen. Que no es poco. No fue brillante, pero fue valiente. De notable. Y eso que no era una faena sencilla: eran sus primeros minutos desde el desenlace del tsunami por su posible salida. Jugó 19′ contra el Mallorca... entonces, con todo en vilo. Y una ligera pitada del Bernabéu. Se planteó seriamente salir, ante el miedo a no tener minutos en año de Mundial. Y tuvo todo cerrado con el Marsella (su rival el martes, casualidades de la vida). Pero se quedó.
Overbooking a la vista
Y ahora, es su turno. Exprimir cada minuto es más vital que nunca. Porque muy próximamente volverá Camavinga y en aproximadamente un mes, Bellingham. Será el pregón al overbooking. Habrá seis mediocentros: Tchouameni, Valverde, Güler, Camavinga, Bellingham y él. Sobre el papel, es el último en status. Pero jugará. Le llegarán oportunidades. Y ya sabe cuál es el dogma: los puestos son para quienes se los ganen. Está en su mano.
De San Sebastián sale reforzado. Ratificó, ante la mirada de posibles escépticos, su implicación y hambre de minutos. El sentir dentro del cuerpo técnico es que aporta algo que escasea en la plantilla: pie, varita. Y desde su entorno se transmite calma tras la tempestad: una temporada es muy larga, siempre hay rotaciones... y lesiones. Ceballos cuenta, que no es poco. Es uno más, sabe lo que hay. Y tiene su hueco.
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