Hay debate con Alaba
El austríaco está firmando una temporada tambaleante. Según Olocip, es la peor de su carrera desde que la empresa aglutina datos.
David Alaba sustituía a Nacho en el RB Arena en un asalto a la remontada desde el banquillo. Era la intención de Ancelotti con el triple cambio en el 69′. Pero los blancos tropezaron la realidad del 3-1 y el austríaco salió en la foto. Simakan, MVP del partido, cabalgó la banda que era territorio del austríaco, le superó holgadamente y sirvió el tercero a Werner. Un ingrediente que adereza la temporada de Alaba. Indiscutible para Carletto, pero tambaleante en su rendimiento. La sensación es que su fútbol ha perdido alegría y se ha vuelto más errático. De hecho, Olocip indica que es su peor curso desde que empezaron a aglutinar datos en el 2016-17.
Hasta ahora, su menor valor por 90 minutos lo había generado en la 2017-18, con el Bayern: 0,25. Esto es, ayudaba con sus acciones a generar o evitar un tanto más de lo esperado cada 360′, cada cuatro partidos. La pasada temporada, su estreno de oro como madridista, sus cifras fueron de 0,27, produciendo un gol cada 333 minutos. Y su techo lo marcó en la 2020-21, la última en Múnich, con 0,36: uno cada 250 minutos. En tanto que en la actual articula un valor de 0,17, generando un gol más de lo esperado cada 529 minutos. No son números subjetivos, pues Olocip aplica la inteligencia artificial (IA) al fútbol, arrojando una estadística que valora no solo la cantidad, sino la calidad de las intervenciones.
Y todo ello a pesar de sus datos ofensivos, los mejores para la IA desde esa 2016-17, gracias a los dos goles (Eintracht y Almería) y tres asistencias (Celta, Betis y Osasuna) que suma sin haber llegado siquiera a noviembre. Brillo en campo rival, debate en el propio. Álvaro Benito, columnista de AS, ya ponía sobre la mesa la conversación acerca del estado de forma del vienés tras ganar al Shakhtar (2-1). “Estoy preocupado por la temporada de Alaba, con prestaciones peores que las de la temporada pasada. Le veo despistado, poco fino. Ha cometido ahora un error grosero. Cuando jugó de lateral no estuvo fino. Me encanta, pero está lejos de su mejor versión”, apuntaba durante el encuentro en ‘Carrusel Deportivo’. Días después, analizando la victoria blanca en Getafe (0-1), añadía en la SER: “La (noticia) menos positiva ha sido el inicio de temporada de David Alaba. Con el talento que tiene, debe dar más”. Eso sí, la exigencia la marca el techo del futbolista. “Creo que es buenísimo, tiene una pierna izquierda extraordinaria”, completaba el exjugador del Madrid.
En busca del reseteo
A Alaba no le pesó la camiseta ni tampoco el ‘4′ de Ramos. Como el César, venció al llegar. Se ganó un hueco en el once de manera innegociable, aportando la salida de balón del camero con un Militao de socio que le complementaba con físico y juego aéreo. Dejó una imagen ya icónica en el baúl de recuerdos recientes del madridismo, ‘la silla de Alaba’ después de remontar al PSG. Sin embargo, esta temporada está perdiendo fuelle. A caballo entre el centro de la defensa (10 partidos) y el lateral izquierdo (6), la entrada y salida de Rüdiger en el once le hace bailar. Sin apenas pisar el banquillo (segundo jugador del equipo con más minutos -1.290′- tras Vinicius), no parece que esa permuta constante le esté beneficiando.
Los datos de Liga no hacen que el ex del Bayern luzca, pero en Champions tampoco resplandece en su comparativa con el propio Rüdiger y un Mendy que se ha convertido en competencia directa si Antonio termina asentándose. En la zona mixta del RB Arena, Thibaut Courtois pedía “más intensidad” y apuntaba a la pérdida en los duelos como gran debe del equipo en Leipzig. Alaba no fue titular, pero es justamente ahí donde sale damnificado ante sus dos compañeros. En la máxima competición europea, el de Berlín ha ganado un poderoso 76,9% (10/13), el francés un 64,3 (9/14) y Alaba se queda en un 53,8% (7/13). Asimismo, su 0,16, valor prácticamente idéntico al liguero según Olocip, choca ante el 0,48 de Rüdiger y el 0,33 de Mendy. La carga de minutos de Alaba es importante y arrastra mucho kilometraje de la temporada anterior, pero necesita resetearse para recuperar el nivel excelso que le hizo indiscutible desde el minuto uno. El parón mundialista, con Austria fuera de los 32, debe servir como reinicio.