Hasta los descartes sonríen con Giráldez
Allende jugó ante el Getafe sus primeros minutos en la Liga y se convirtió en el 26º futbolista utilizado por el técnico celeste en lo que va de campeonato. La gestión del grupo es impecable.
Con la única experiencia en la élite de los diez partidos que dirigió en la recta final de la pasada campaña, el joven Claudio Giráldez se encontró este verano con un marrón. El mercado se cerró con una plantilla de 27 jugadores, una cifra lejana a la que el club y el entrenador se habían marcado para ir abriendo paso a más canteranos. Incluso se quedaron en Vigo tres futbolistas a los que públicamente se les colocó el cartel de descartes. El overbooking en el vestuario era una seria amenaza para la estabilidad del grupo.
Transcurridos casi tres meses de competición, el Celta es una balsa de aceite. Todos parecen ir a una en un equipo que en los últimos años había vivido todo tipo de conflictos internos (Hugo Mallo con Óscar García, la intervención de AFE por el trato a los descartes, el caso Denis Suárez, la falta de feeling entre Rafa Benítez y Carles Pérez...). El último capítulo de la impecable gestión humana por parte del cuerpo técnico se vivió ayer contra el Getafe.
Giráldez ha agotado los cambios en todos los encuentros y ante los azulones no hizo una excepción. En la quinta sustitución, con 1-0 en el marcador, sorprendió con su elección. A punto de cumplirse el tiempo reglamentario dio entrada a Tadeo Allende, que aún no había disfrutado de minutos en la Liga, aunque sí en la Copa del Rey. El delantero argentino fue el fichaje estrella céltico en el pasado mercado de invierno y apenas ha contado con oportunidades desde la destitución de Benítez. Sin embargo, al final del encuentro se le vio feliz y emocionado a pesar de su breve participación. No solo se abrazó con sus compañeros para celebrar la victoria, también con su entrenador.
Allende se convirtió de esta manera en el 26º futbolista empleado por el Celta en lo que va de Liga. Solo falta uno para que se registre un pleno en la plantilla. Se trata del estadounidense Luca de la Torre. El centrocampista, uno de los descartes del pasado verano, arrastra una lesión en el tobillo y ultima su puesta a punto. Ya se ha reincorporado de manera parcial al grupo y durante todo el tiempo que lleva de baja Giráldez no ha dejado de subrayar su buena actitud.
El preparador de 36 años aprovecha cada comparecencia ante los medios para repartir elogios. Sirva como ejemplo la rueda de prensa de anoche. Piropeó el rendimiento que está ofreciendo Carles Pérez, un futbolista que el Celta tiene cedido desde el pasado verano en el Getafe. En la anterior jornada había sucedido algo similar con Renato Tapia. Por el momento, el técnico de O Porriño no deja de sumar amigos y puntos.
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