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SEVILLA

Hannibal, Agoumé y Alejo no entran en calor

Los fichajes invernales apenas carburan por distintas circunstancias tras llegar en enero a Nervión. Isaac Romero es la única ‘incorporación’ reciente que rinde muy por encima de lo previsto.

Alejo Véliz.
Sevilla FC

El Sevilla es otro aunque todavía otee el boquete del descenso a seis puntos, poco margen con 36 en juego, y pese a la sempiterna derrota que desde hace más de tres lustros que acumula en el Bernabéu. Su viraje en positivo se debe más a apuntalar conceptos defensivos muy endebles durante la temporada y a que ha encontrado dos puntas que generan peligro, como se demostró en Chamartín con dos clamorosas ocasiones de En-Nesyri y de Isaac Romero que por la falta de acierto del primero y por un paradón de Lunin no terminaron en gol.

Esa mejora en ningún caso está aparejada a los recientes fichajes realizados por el club nervionense. Por distintas circunstancias, Hannibal Mejbri, Lucien Agoumé y Alejo Véliz no han entrado en calor a poco más de tres semanas para que concluya la estación más fría del año. Daba la sensación de que Quique daría minutos al tunecino en el feudo del líder, pero prefirió echar mano del denostado Januzaj en el último tramo del partido. En el Sevilla y en el Manchester United, el equipo que ha cedido al joven talento, andan sorprendidos por el escasísimo protagonismo de un centrocampista ofensivo que llegaba a LaLiga con el deseo de competir y de relanzar una carrera poco exitosa los últimos años. En seis convocatorias, no ha salido en el once en ninguna de ellas y su balance de minutos totales no alcanza ni un tiempo completo (39′). El entrenador dialogó con él sosegadamente la semana pasada en la ciudad deportiva y todo apuntaba a que en el Bernabéu disfrutaría de al menos un rato. No fue así.

Agoumé, en cambio, fue suplente nada más llegar cedido por el Inter contra el Alavés, apenas jugó 13 minutos en el desastre contra el Girona y entró de inicio frente a Osasuna y Quique le dio continuidad en Vallecas, donde como pivote con Soumaré por delante se desenvolvió de forma notable hasta que una rotura en el recto anterior del muslo izquierdo lo sacó del campo y de las convocatorias hace casi un mes. Y aún le queda alguna semana más de baja. En total ha disputado 154 minutos con la camiseta sevillista. Otro quebradero de cabeza más para Quique después de la marcha de Fernando y de la lesión a principios de año de Gudelj, quien puede estar de vuelta ante la Real Sociedad este fin de semana.

Alejo Véliz llegó del Tottenham, también a préstamo, al final del mercado. El entrenador sevillista no para de halagarlo, al contrario que a Rafa Mir. El argentino de 20 años no viajó a Vallecas para reponerse de una lesión de rodilla que arrastraba, tampoco fue llamado a filas para el duelo ante el Atlético y dejó buenas sensaciones en Mestalla en los cuatro minutos que compitió. Frente al Real Madrid dispuso de un cuarto de hora sin incidencia en el juego, no tanto por su responsabilidad sino por la incapacidad ofensiva de los blanquirrojos. En cualquier caso, Véliz tiene ahora mismo a dos titulares indiscutibles por delante (Isaac y En-Nesyri) y, salvo que medie lesión, sus posibilidades de entrar en el once son muy pocas.

Isaac sí puede considerarse un refuerzo invernal, pero procedente de la casa. La salida de Fernando permitió que se ganara un hueco en el primer equipo y él sí lo ha aprovechado rindiendo a un nivel muy por encima del esperado. Salvo en Valencia, donde la escuadra de Quique casi no creó peligro, ha sido protagonista en todos los partidos que ha disputado, incluso en la paliza en Montilivi, donde anotó el único tanto de los sevillistas al inicio del choque. En siete compromisos ligueros y dos coperos (en todos como titular), ha marcado cinco goles y dado una asistencia, aunque sus prestaciones más mucho más allá por su espíritu de sacrificio, sus desmarques y su estupenda sintonía con En-Nesyri. Pero, hay que insistir, el lebrijano estaba en la cantera, no llega de una competición extranjera con la vitola de fichaje importante, como son los casos de Hannibal, Agoumé y Alejo.

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