Haller, debut de titular, aislado en ataque… y gol anulado
El fichaje ‘galáctico’ del Leganés tuvo un debut discreto, sin apoyos en medio del sistema defensivo pepinero. La única que tuvo la metió… pero en fuera de juego.
Sébastien Haller ya sabe lo que es jugar en LaLiga. La Primera División abrió oficialmente las puertas a uno de sus fichajes más llamativos en el pasado mercado invernal con su debut como titular en el Leganés frente al Betis. Estreno aislado. Con reminiscencias de pólvora en el regusto agridulce que dejó durante un duelo que pudo tener final soñado, pero al que unos centímetros amargaron la noche. Porque Haller marcó gol. Pero se lo anularon.
Sucedió en el minuto 20 de un partido en el que apenas tuvo presencia. Sólo la tocó 34 veces. En Sevilla empezó a notar el costamarfileño lo que supone cambiar a un subcampeón de Europa como el Borussia Dortmund por un recién ascendió a Primera como el Leganés. Claro que cuando tuvo la oportunidad de mirar a puerta, la metió dentro.
Fue en su único remate a portería, un centro con violines de Javi Hernández que el espigado ariete (1,90 centímetros) metió de cabeza con un remate de los de ariete destacado. Giro perfecto de cuello para endosarla ajustada al palo izquierdo de Rui Silva. Sucede que en el inicio de la acción, el ímpetu le puso y dio dos pasos. Suficiente para estar en claro fuera de juego. Y ahí se acabó Haller en ataque.
Sacrificio por la causa
El danzar del resto de sus compañeros, la mayoría de las veces al son que dictaba un Betis que obligaba al Lega a esconderse replegado cerca de Juan Soriano, aisló al nuevo ‘galáctico’ pepinero del peligro que, seguramente, le gustaría haber provocado. Al menos en el resto de funciones se vio que, como anunció Borja Jiménez días antes del partido, es futbolista “humilde y trabajador”.
Haller estuvo generoso en la presión al rival, especialmente en un inicio de partido en el que se desfondó. También se le pudo ver aplicado en defensa (dos despejes en dos córner), bajando a la medular para descargar a sus compañeros y amagando con alguna contra que, por falta de precisión en el pase de los compañeros, no terminó nunca de cuajar.
Tampoco funcionaron los balones en largo que lo buscaron tratando de aprovechar su atayalesco tamaño. Aún así, se llevó más de la mitad de las disputas aéreas que tuvo (ocho de catorce disputas). Desacertado en el pase (dio 24, falló nueve), tuvo que resistir todo el partido sobre el césped por la lesión de Neyou, que modificó el plan de Borja Jiménez y obligó a que su ariete tuviera que resistir durante 90 minutos que, seguramente sus pulmones, no tenían.
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