Gündogan: “No comparto mucho mi vida privada, solo quiero que me vean como un futbolista”

Presencia en las redes sociales. “No soy muy activo en las redes sociales. No comparto mucho mi vida privada. A mucha gente le gustaría que lo hiciera más a menudo, pero a mí no me interesa y no lo hago. Esto es algo que realmente no me importa. Yo solo quiero que la gente me vea como un buen jugador de fútbol. Entonces me concentro en mi trabajo, en mí mismo, en mi deporte. Pero compartir mi vida en Instagram o cualquier otra cosa, en realidad, ese no soy yo”.

Gündogan fuera del campo. “Soy un tipo normal, que se parece al jugador que ves en el campo. Alguien tranquilo. Todo el mundo tiene problemas en la vida, nadie tiene una existencia perfecta. Todos tenemos nuestras dudas, nuestras preocupaciones. Al final del día, cuando vuelvo a casa, soy un ser humano como todos los demás. Ante la opinión pública, puedo ganar mucho dinero y es difícil quejarme, pero el hecho de que tenga una vida privilegiada no significa que no tenga problemas. Tengo un bebé pequeño de 8 meses y lo único que me importa es él y su salud. Tengo mucho miedo y siempre me preocupa que en cuanto esté un poco enfermo, que tengamos que llevarlo al médico, que tengamos que ponerle las vacunas”.

Falsedad de las redes. “Esa es quizás también la razón por la que no presento tanto mi vida en las redes sociales. Cuando entro en Instagram, solo veo vidas perfectas. Pero esa no es mi realidad. Sí, me gusta arreglarme, pero también hay muchos días en los que me pongo cualquier cosa, cuando solo quiero relajarme en casa, en el sofá, con mi hijo y mi esposa. No quiero que la gente ponga mucho énfasis en cómo me comporto o cómo soy en mi vida, porque eso sería solo quizás el 1% de lo que es realmente”.

Capitanía en todos los equipos, excepto el Barcelona. “Mis compañeros y los clubes en los que jugué lo entendieron y apreciaron esta forma de ser. Creo que me dieron el brazalete sobre todo por la persona que soy. Lo importante para mí es poder ayudar a mis compañeros en todo lo que pueda. Y, a la inversa, es posible que también necesite ayuda. El hecho de que sea mayor o tenga más experiencia no significa que no lo necesite. El fútbol es un deporte de equipo. Todos deberían ayudarse y apoyarse mutuamente”.

El fútbol en casa cuando era pequeño. “Tenemos orígenes turcos y, cada vez que jugaba un equipo de ese país, nos parábamos a mirar. La mayoría eran seguidores del Galatasaray, excepto mi madre, que amaba el Fenerbahçe, como mi abuelo. Fue divertido. Siempre recordaré el día en que el Galatasaray ganó la Copa de la UEFA en 2000. Había sido una gran noche. Pero también crecí en Gelsenkirchen, una ciudad donde el fútbol y el Schalke 04 son muy importantes”.

Dificultades en la escuela. “No odiaba la escuela, pero siempre fue algo muy difícil para mí. Tenía el fútbol de lado, era muy complicado compaginar los dos. Para ser honesto, creo que habría dejado de hacerlo sin mis padres. Pero para ellos era muy importante. Me empujaron hasta el final y se lo agradezco. Terminé obteniendo mi bachillerato trabajando duro. Me ayudó a nunca rendirme y a construir una personalidad. Este diploma también me ofreció la posibilidad de recuperarme si las cosas no funcionaban en el fútbol. Pero todavía me despierto de repente porque sueño que no me gradué y tengo que regresar”.

Siempre con algo en la cabeza. “Es verdad... (Sonríe.)Siempre he sido como eso. Pienso constantemente en muchas cosas, en la gente que me rodea, en mis amigos, en el fútbol, en cosas de la vida. Mi esposa me ve muchas veces pensando en cosas y me agarra y me dice: ‘¿En qué sigues pensando? Tu hijo está a tu lado, disfruta y juega con él’. No lo sé, siempre he sido así. Lo único que no me gusta es que nunca consigo estar en el momento. He conseguido grandes cosas en el fútbol, he ganado títulos, pero no lo estoy disfrutando. Todavía estoy cuestionando y en las secuelas. Me pregunto: ‘¿Qué sigue? ¿Cómo puedo hacerlo aún mejor?’ Y a veces es un poco triste. Te quita un poco de alegría cuando se acaban de lograr grandes cosas”.

Entrenar tras colgar las botas. “Esta es la vía más coherente y algo que exploraré en la medida de lo posible. Creo que sería un error por mi parte no intentarlo después de conocer entrenadores tan increíbles. Esta es una posibilidad. Pero también puedo optar por otra cosa. Ya veremos”.

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