Güler, un artista en La Cerámica
El turco tiene otra oportunidad para seguir exprimiendo minutos. Sus únicos cuatro tiros a puerta han terminado en gol y promedia 1,13 tantos por partido completo.
El tramo final de Liga, convertido en el lienzo de Arda Güler. Con el Real Madrid jugándose nada, el turco lo está aprovechando casi todo. No fue hasta marzo, al abrochar la goleada al Celta (4-0), cuando descorchó el gol. Pero desde el pop, sin stop. El tener embolsada la 36 han convertido el desierto en oasis. Y Arda lo está exprimiendo con fuerza. En las cuatro últimas jornadas, tres tantos más. Ante Real Sociedad, Granada y Alavés. Un póquer en apenas 283 minutos. Cada 71′, al zurrón. Ahora le toca sacar el pincel en La Cerámica.
Porque Villarreal aparece en el horizonte del de Altindag como una nueva oportunidad para bailar. Sus cifras sorprenden hasta a Ancelotti. “El balón está enamorado de Arda Güler, marca hasta cuando no lo merece”, sonrió el de Reggiolo tras la manita al Alavés. Un técnico, Carletto, que ha diseñado un plan junto a su equipo para que el joven mediapunta brillase en el contexto adecuado. “Hablamos mucho sobre cómo puedo jugar más. Me dijo que lo haría cuando esté listo”, reconocía el 29 de abril el jugador en su país. El proceso de crecimiento ha ido marcado por el desarrollo de un físico aún por formar. Primero fue el menisco interno de la rodilla derecha, después el recto anterior izquierdo y, por último, una rotura del cuádriceps derecho. En la mejora de esas zonas críticas ha trabajo de manera minuciosa, pero también en un tren superior mucho más potente. Salta a la vista.
De la “paciencia” al “don”
Ancelotti siempre ha verbalizado la clave con Arda, “paciencia”. Su talento nunca lo ha enjuiciado. Al contrario. “Ancelotti me llamó tres veces y me hizo prometerle que vendría”, confesaba el 24 en la citada charla. Así se cocinó un aterrizaje donde el club blanco aceleró para evitar tentaciones del resto de grandes. Una vez en Valdebebas, Arda prefirió esperar, luchar en lugar de una Erasmus que no fue opción. Una semilla que, tras el triple revés inicial en forma de lesiones (no pudo debutar hasta enero), en este tramo final empieza a brotar.
Tardes como la de hoy son las que potencian la sentencia. En un puñado de minutos, Güler se ha convertido en el único jugador de las cinco grandes con un 100% de eficacia con al menos cuatro goles. Sus cuatro disparos entre palos, a la jaula. Amén del misil al larguero desde 50 metros contra Osasuna o, ya en Copa, la falta a la cruceta en su debut ante la Arandina. En pretemporada, en EE UU, se deslizaba internamente que Arda era un futbolista “especial”. Cuando los minutos han aparecido, el termómetro de la ilusión se ha disparado. “Tiene un don”, resumió Ancelotti. En competición liguera, marca 1,13 goles cada 90′. Por detrás, Mbappé (1,03), Guirassy (1) y Kane (0,99)... La muestra es menor, pero el talento es mayor.
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