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ATLÉTICO DE MADRID

Griezmann, agridulce ‘souvenir’

El francés se guardó el balón con el que logró el 2-2, su gol 174 como rojiblanco, el que le convierte en el pichichi histórico del Atlético. El club lo quiere para sus vitrinas.

Griezmann, con el balón con el que marcó el 2-2 ante el Real Madrid en la Supercopa, su gol número 174 con el Atlético.
Yasser BakhshGetty Images

El 174 tampoco se hizo esperar mucho. Griezmann quebró de una vez a Modric y a Rüdiger y, cuando vio el aclarado que había causado con su regate, soltó un derechazo cruzado e imposible para Kepa. A la jaula. El 2-2, un gol para la historia del Atlético y la suya propia. Bien lo sabía Antoine, que agarró el balón y lo llevó al banquillo. “Míster, este guárdalo”, le dijo al Cholo mientras le entregaba el souvenir que se ha llevado de vuelta para Madrid. Aún quedaba noche por delante, demasiada, y el regalo no tiene un sabor tan dulce como le hubiera gustado. Con todo, su leyenda es aún más grande desde ayer. Tomás Reñones se pidió para el club la pelota, la de un récord goleador que mantuvo Luis durante 50 años. Al jugador, que incluso reconoció que casi se le saltan las lágrimas, también le hace ilusión poseerlo. Probablemente acabe en el museo rojiblanco.

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Griezmann terminó fundido la semifinal, aunque con el 4-3 aún tuvo una buena ocasión que salió rozando el poste. No podía más. Al francés se le ha notado el cansancio en algunos tramos de los últimos partidos. Y aun así, sigue siendo el faro rojiblanco. Y por eso disputó los 120 (y pico) minutos. Si el francés juega bien, el Atleti juega bien. En la semifinal, antes del gol del récord ya había facturado una asistencia, la del 0-1 de Hermoso en un saque de esquina.

Líder al límite de sus fuerzas

No solo eso. Sin ser ni mucho menos su mejor actuación en lo que va de temporada, Griezmann participó en dos tantos y fue el jugador con más remates (cuatro, como Vinicius), más a portería (tres, como Rodrygo), el rojiblanco con más centros (cuatro) y con más regates (tres, solo superado en la semifinal por los cuatro de Vinicius). Muchos chispazos durante más de dos horas. Al final, con el 4-3 y las piernas fundidas, Simeone se encomendó a él y lo dejó descolgado en ataque en busca del milagro final.

Tras la derrota, el lamento en el vestuario rojiblanco era unánime. Como contra el Girona una semana atrás, el Atlético había marcado tres goles y había perdido. “Seguramente el entrenador no lo está trabajando de la mejor manera”, quiso zanjar Simeone. El equipo sabe que tiene que apretar atrás, porque los problemas no los tiene en ataque. Morata y Griezmann llevan 17 goles por cabeza. El próximo reto es, otra vez, el Real Madrid. “Será muy diferente a esta semifinal”, avisa el Cholo. Para encontrar otro resultado en Copa, Griezmann buscará su gol 175, y el 176...

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