Grbic, una vuelta después
Este domingo el guardameta cumple una vuelta entera sin jugar. La lesión de Oblak le dio la oportunidad de mostrarse, pero pronto desapareció del equipo. En verano podría salir en busca de minutos.
El papel de Ivo Grbic en el Atlético de Madrid ha sido siempre el mismo: suplente de Oblak. El suyo y el de cualquier otro guardameta que ha formado parte de la primera plantilla rojiblanca desde que el esloveno se hizo con el puesto, escasos meses después de aterrizar en Madrid (julio de 2014). Solo Miguel Ángel Moyá tiene el privilegio de poder decir que le arrebató la condición de titular al de Škofja Loka (Eslovenia). El mallorquín le ganó la partida en un principio, pero tras lesionarse, Jan agarró la titularidad y ya no la soltó. “Veía entrenar a Oblak y pensaba ‘soy titular, de momento...’”, comentó a As el pasado mes de marzo.
Su realidad fue la de Axel Werner (17-18), Antonio Adán (18-20), y Benjamin Lecomte (21-22) años después. También la de Grbic. El croata firmó por el Atlético en el mercado estival de 2020 y suma dos temporadas, no consecutivas, como rojiblanco. En su primer año (20-21) tan solo jugó un partido. La primera ronda de Copa del Rey, ante el Cardassar, fue su única participación, lo que le llevó a buscar una solución en forma de cesión al año siguiente. El Lille, que venía de proclamarse campeón de Francia por delante del PSG, fue el elegido. Sin embargo, en suelo francés Grbic no vivió el año que esperaba. Tras hacerse con la titularidad en un principio, la goleada sufrida ante los parisinos (1-5) le señaló y le condenó a un tramo final de curso marcado por la falta de minutos.
El pasado verano regresaba al Atlético en una situación no muy distinta a la de hacía un año y no fueron pocos los equipos que preguntaron por él. Pese a ello, ningún interés se acabó concretando y el croata se quedó en el equipo. En año de Mundial, no parecía la mejor opción para el ex del Hajduk Split, pero Grbic lo afrontó de la mejor manera y encontró premio tan solo tres jornadas después del inicio de La Liga . En San Sebastián, ante la Real, un choque entre Oblak y Reinildo le dio entrada al campo en el 85′ y le abrió las puertas de la titularidad una semana después ante el Celta. Se mostró seguro y su buen hacer le valió para repetir en el once a los tres días frente al Leverkusen.
El equipo perdió (0-2) y el Cholo apostó por confiar en Oblak, aún convaleciente, los cuatro siguientes partidos (Real Madrid, Sevilla, Brujas y Girona). Ante el Athletic Club, la fortuna le volvió a jugar una mala pasada al 13. Entonces, fue un golpe en el hombro lo que le llevó a retirarse del verde de San Mamés, visiblemente aturdido, además. Grbic entró a falta de 20 minutos y cumplió, por lo que, ante la ausencia del esloveno, Simeone le volvió a dar entrada a la jornada siguiente en el Metropolitano, frente al Rayo. Completó los 90 minutos, demostró seguridad y nada pudo hacer ante el penalti que Falcao acabó transformando en el descuento para empatar el partido.
Sin minutos desde octubre
Desde entonces, a cero. Grbic no ha vuelto a jugar. Algo, por otra parte, previsible, vista la desconfianza que el técnico argentino ha demostrado en sus guardametas suplentes en los últimos años. Lecomte se había marchado del club sin debutar un año atrás y en el presente curso ni siquiera en la primera ronda de Copa del Rey, ante el Almazán (Tercera RFEF), el de Buenos Aires optó por darle minutos a Grbic.
Este domingo se cumple una vuelta de su última participación y, aunque las circunstancias le han llevado a disputar cinco partidos en lo que va de curso, cuatro más que en su primera temporada en el Metropolitano, todo apunta a que en verano buscará una salida en busca de minutos. Es internacional con Croacia, con la que acabó yendo convocado al Mundial de Qatar, y tiene cartel tanto en España como en el extranjero, por lo que, previsiblemente, volverá a recibir ofertas. En verano, club y jugador se sentarán a estudiar su situación.