Gragera, entusiasmado: “Devolveremos al Espanyol donde merece”
El mediocentro, ex del Sporting, dio una entrevista a El Comercia donde reconoce que jugar en el club perico es la oportunidad de su vida y que ansía que empiece ya la temporada.
Entre la marcha de Joselu Mato, la llamada del Barça a Sergi Darder, las presentaciones telemáticas y los rumores un día sí y otro también de las ofertas que podrían llegar al Stage Front Stadium, José Gragera lanza un mensaje de entusiasmo. Una flor en el desierto perico, inmóvil hasta la llegada de un director deportivo que se está demorando de forma preocupante. El mediocentro perico, que llegó en enero procedente del Sporting a cambio de 2,8 millones, ha concedido una entrevista al diario El Comercio en la que repasó las dificultades del descenso y su motivación para que llegue la nueva temporada.
“Sigo -confiesa Gragera- y tengo muchísimas ganas de empezar la temporada. La oportunidad que se me dio el año pasado en este club fue grandísima y qué menos que devolver esa confianza dándolo todo. Tenemos un equipo muy bueno para hacer un gran año y devolver al Espanyol donde se merece”, recalcó el jugador, que también relata las sombras de su lesión de tobillo en las últimas jornadas que le impidió ayudar al equipo: “Acabé la temporada con el tobillo fastidiado. No pude competir ni ayudar al equipo. Me dolió mucho por la situación que estábamos viviendo en el Espanyol, pero me recuperé bien. Y terminé entrenando con el grupo”, subrayó.
El futbolista, que llegó a jugar de central con Diego Martínez y de mediocentro con Luis García, reconoce que el vestuario le acogió “de forma increíble” y que está viviendo un sueño en su primera experiLo del descenso fue algo bastante duro. Nunca había vivido algo así. Fue muy doloroso porque nos veíamos con la esperanza de poder sacarlo, pero mire cómo se dio al final. El vestuario estaba desolado. Fue una sensación nueva y muy duraencia fuera de Gijón. “Mi sueño siempre ha sido poder jugar en la alta competición. Hacerlo fue una alegría inmensa. Es para lo que he trabajado toda mi vida (...) La adaptación fue buena. Necesité un par de semanas para entrar bien en contacto con todo. Mi madre me decía esos primeros días que llegamos a Barcelona que parecía que yo no sabía ni dónde estaba. Estábamos hospedados en un hotel y era complicado”.
A su llegada en abril, Luis García le “transmitió confianza, fue una pena que a los tres partidos me lesioné”. Esa caída del Espanyol a los infiernos fue algo que nunca olvidará Gragera: “Lo del descenso fue algo bastante duro. Nunca había vivido algo así. Fue muy doloroso porque nos veíamos con la esperanza de poder sacarlo, pero mire cómo se dio al final. El vestuario estaba desolado. Fue una sensación nueva y muy dura”.