Sevilla

Golear al Barcelona, una condena

Almeyda ha insistido en la defensa de cuatro para el Sevilla, aunque no funcionó en los últimos tres partidos. El éxito ante los azulgrana parece pesar en su decisión.

El Sevilla, tras golear al Barcelona.
Marcelo del Pozo
José A. Espina
Jefe de Sección de Diario AS en Andalucía. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Sevilla. Pegando teclazos desde 1998, durante toda una década en Madrid (2000-2010). Sevilla, Betis, Selección española y lo que se ponga por delante. Loco por el fútbol, guarda un poco de esa pasión para su otro deporte favorito, el tenis.
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Insiste Matías Almeyda en que la goleada al Barcelona (4-1) no se le ha indigestado a su equipo hasta el punto de perder los tres duelos ligueros siguientes y colocarse en la parte baja de la tabla, con el abismo acercándose peligrosamente. Pero parece que aquella exhibición está condicionando sus alineaciones posteriores. Hasta el punto de no salir de la defensa de cuatro.

Almeyda se mostró mucho más elástico cuando en las primeras jornadas, tras las dos derrotas del inicio contra Athletic y Getafe decidió cambiar a un dibujo que suele probar en los entrenamientos como demostró en pretemporada: los tres centrales.

Con tres o, en fase de recuperación, cinco atrás actuó el Sevilla ante Elche, Alavés, Villarreal y Rayo, con el saldo de dos victorias, un empate y una derrota, contra el equipo de Marcelino, que solo llegó cuando el equipo se quedó con 10 por lesión de Nianzou. Unos números que se añoran ya mucho en Nervión.

Tras sorprender al Barcelona con un nuevo cambio de dibujo, otra vez cuatro atrás, el técnico bonaerense ha insistido en la misma estrategia durante los tres encuentros siguientes. Funcionaba sin sobresaltos ante el Mallorca hasta que un fallo de Suazo desató la tormenta final. Y luego se deshizo como un azucarillo contra la Real Sociedad y el Atlético.

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Las dudas, tras probar dos sistemas, seguro que se agolpan en la mente de Almeyda, que sabe que dispone de poca fiabilidad entre sus zagueros. Matías siempre fue mucho más partidario de los cuatro atrás durante su carrera en los banquillos. Defender por cantidad, cuando falta la calidad, sirvió en sitios como Vallecas para mantener la meta a cero. Durante esta semana, con casi una ‘final’ ante Osasuna antes del parón, el técnico deberá decidir si convertirse en Erre que Erre con su sistema o darle otra vuelta de tuerca.

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