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Atlético de Madrid

Giuliano Simeone, de la cuna al cielo rojiblanco

El hijo del Cholo se convierte en el emblema del Atlético de Madrid. El argentino se estrenó en Salzburgo como goleador en Champions.

Giuliano celebra su 0-1 con Griezmann.
FILIP SINGEREFE

“El Atleti es el club de mi vida. Ya lo dije siempre”. Giuliano no podía contener la sonrisa en la zona mixta del Red Bull Arena. Porque, en efecto, el hijo pequeño del Cholo, el hombre de este último partido del Atlético en la liguilla de esta Champions, se iba tras haber marcado su primer gol en la competición, tras haber dado el segundo y haber iniciado el tercero. Y eso, a un rojiblanco como él, no podía colmarle. Porque más allá de su apellido lo más importante de Giuliano es que es como uno de esos chicos que están en la grada celebrando a su equipo y un día están en la hierba, peleando por él. Su vida está llena de fotos que así lo atestiguan.

Como ocurrió con leyendas como Fernando Torres o Koke, la hemeroteca confirma que el rojiblanco es el único color de la vida de Giuliano. Desde la misma cuna. Ahí estaba, sin caminar todavía, en los brazos de su padre el día que el Cholo se despedía como jugador del Calderón. Y ahí estaba también, ya crecidito, en uno de sus viajes de Argentina para recoger balones en la grada del Calderón y correr para celebrar con su padre los goles del equipo en aquella temporada en la que el Atleti volvía a ganar una Liga, la 13-14. Y en tantos entrenamientos, peloteando con Gabi, Tiago, cuando venía de visita. Las fotos con Grizi, los vídeos festejando sus tantos. Esos mismos que ahora marca él. Su titularidad es la que le ha cambiado la cara a este equipo. Lo que le ha devuelto el pundonor y la garra. Ese ADN atlético que se añoraba en alguno de los últimos años pasados.

El camino de su padre

“Cada día que me levanto, para mí entrenar con jugadores que son campeones del mundo, leyendas del Atlético de Madrid, con tanta experiencia... es una oportunidad muy grande”, continuaba Giuliano en Salzburgo tras ese gol que sigue una estela, la de su propio padre. Porque cuando era Diego el que vestía de corto y el propio Giuliano aún no había llegado ni al mundo (nació el 18 de diciembre de 2002), el Cholo anotaba cuatro goles en siete partidos en la máxima competición de clubes, en la temporada 96-97. Dos al Steaua y dos al Widzew Lodz. Con contrato hasta 2028 y 22 años el Simeone del futuro está asegurado. Y el presente también.

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