Giménez, el káiser está más cerca
El uruguayo juega una buena primera mitad contra el Inter. El Atlético necesita recuperar el talento individual atrás y el comandante es un seguro para Simeone... si está sano.
El amistoso en Libia tuvo muchas buenas noticias para el Atlético y una que puede tornar en pesadilla. Ilias Kostis, central del Madrileño, tuvo que retirarse entre lágrimas tras llevarse la mano a la rodilla en una acción donde él solo se hizo daño y hace saltar las alarmas. En el apartado positivo, Simeone contó con el regreso de Giménez y Thiago Almada. Ambos disputaron la primera mitad y en el caso del uruguayo fue su vuelta a la competición por primera vez desde el Mundial de Clubes.
Fue el 20 de junio en Seattle, el día después a tocar madera reafirmando que no se había lesionado en toda la temporada. Pero aquel partido fue el punto y final. Sustituido al descanso, cerró el curso 2024-25 con 39 partidos disputados y 3.059 minutos. Su récord personal, nunca había estado sobre el césped en tantos encuentros diferentes. Pero la lesión en tierra estadounidense fue más importante de lo que parecía. Hasta agosto sin poder competir... hasta recaer de una vieja dolencia en el gemelo cuando parecía a punto de recuperarlo. Como informaba AS el 25 de agosto, tendría que parar al menos otro mes.
Y tras una recaída, la rehabilitación fue con pies de plomo. Pasito a pasito, primando la seguridad. En estas ocasiones, además del cuerpo hay que curar la cabeza. Hasta volver a competir contra el Inter en Libia 112 días después de Seattle. Volver a sentirse futbolista. Y el Atlético está muy necesitado de Giménez. Del talento individual en el centro de la defensa. El equipo se repliega bien, recibe pocas ocasiones, pero está fallando a la hora de proteger a Oblak. Le Normand y Lenglet no se han mostrado contundentes y sus errores han conllevado goles y en el caso de Lenglet su expulsión en Vigo en la primera mitad fue una losa que impidió llevarse el triunfo.
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Además, Hancko tiene la obligación de cubrir las carencias en el lateral izquierdo. Por lo que apenas se le ha visto como central en su puesto natural y nunca con Giménez a su lado. Una dupla que puede subir el techo del equipo, alejarse sin miedo de Oblak, jugar con metros a la espalda y resolver los duelos en la individual. Aunque, con Giménez, se irá piano piano. Son sus primeros 45 minutos en su pretemporada particular. En un amistoso. Después recibe la visita de Osasuna el Metropolitano con la ausencia de Lenglet, sancionado. A priori Giménez irá entrando en ratos de partido hasta estar listo para completar alguno. Pero su regreso es un bálsamo. Un seguro para la retaguardia colchonera. El káiser del Atlético vuelve a tocar madera... para regresar de manera definitva.
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