Gavi, icono de una transición
A sus 18 años, marcó el último gol en el Camp Nou y debe ser uno de los líderes a su regreso. El jugador sigue pendiente de su inscripción en LaLiga, pero el Barça está tranquilo. Ha sido uno de las llaves tácticas de la Liga.
Antes de que el Camp Nou cerrase sus puertas provisionalmente, Pablo Martín Páez Gavira, Gavi dejó su sello. La historia dirá que el andaluz fue el último jugador en marcar un gol, precioso por cierto, antes de la remodelación más grande de su historia. Y para el Barça, que lo haga un chico criado y modelado en La Masia, tiene un punto de romanticismo que le gusta al socio.
Gavi cierra así la temporada de su confirmación en el primer equipo, en la que ha jugado todos los partidos de Liga en los que ha estado disponible (sólo falló a dos por lesión). Ante el Mallorca, además, demostró una frescura que le había faltado en los últimos partidos, seguramente fruto de la fatiga porque está siendo un jugador muy exprimido. Su gol resulta simbólico, porque da el pistoletazo de salida a una nueva etapa en el Barça ahora que se va a Montjuïc y lo hace como campeón de Liga con un equipo que ha sido liderado, en un buen porcentaje, por jóvenes como el mismo Gavi, Araújo, Balde o Pedri.
Obediente tácticamente, Gavi ha sido una de las llaves tácticas de LaLiga. Su predisposición y flexibilidad para adaptarse a la posición de cuarto centrocampista permitió darle consistencia al equipo. Lejos de los titulares que han acaparado otros (Ter Stegen, Pedri, Lewandowski), su trabajo de intendencia ha sido básico para el equipo. Pero, como en su día explicó Luis Enrique, tapa otras virtudes del centrocampista, un jugador excelente a nivel técnico, con manejo de las dos piernas (marca más con la izquierda que con la derecha curiosamente) y con capacidad para conducir, girarse, disparar e ir al espacio como demostró el otro día en la acción del 1-0 contra el Mallorca.
Para que la felicidad sea completa, ahora sólo falta resolver la inscripción de Gavi, que sigue manteniendo una cláusula para irse gratis a partir del 1 de julio si el Barça no consigue inscribirle en LaLiga. Sin embargo, los rumores sobre una posible marcha al Chelsea se han apagado en los últimos tiempos. Y no sólo porque Luis Enrique no vaya a ser el entrenador blue, sino porque el club espera tener arreglado su espacio salarial en breve. Ya dijo Mateu Alemany que estará toda la vida en el Barça…