Fresneda se enfrenta al que pudo ser su equipo
El canterano del Real Valladolid se mide al Atlético de Madrid, primer ‘grande’ que insistió en su fichaje el pasado verano.
Apenas han transcurrido 12 meses desde su estreno con el primer equipo del Real Valladolid, pero para Iván Fresneda pareciera como si hubiera pasado toda una vida. El canterano visita este sábado, en la que pudo ser su casa, a un Atlético de Madrid que insistió hasta la saciedad en verano en hacerse con sus servicios. No hace tanto, pero lo parece: desde que los colchoneros se convirtieron en el primer ‘grande’ en pretenderlo, muchos más se han sumado a un interés que, aparentemente, acabará con una venta en los diez días que quedan de mercado.
El Real Valladolid todavía no ha recibido ninguna oferta formal por él, pero los intereses se agolpan en los medios y en el palco del José Zorrilla, en Inglaterra, principalmente, pero también en otras ligas como la italiana. Mientras tanto, el lateral sigue con la normalidad de un chico de su edad, estudiando gestión deportiva desde que aprobó la selectividad el verano pasado, con el carnet de conducir recién sacado y viviendo en la Residencia del club, donde, a pesar de ser parte activa e importante de la primer plantilla, continúa compartiendo espacio con chicos de su edad. Lo hace mientras, de domingo en domingo, se mide a rivales como Álvaro García, el último reto al que se enfrentó, o Vinicius, a quien ‘secó’ en el último partido de 2022.
La madurez de su fútbol es la de un jugador con bastantes más partidos en Primera que los apenas nueve que ha disputado. El caso, inusitado, lo es en el Pucela, pero también en la Liga, solo un adolescente le supera en participación: Gavi, juvenil de 2004, como él, ha jugado 927 minutos, por los 736 que acumula el blanquivioleta, muy alejados de otros casos como el del realista Momo Cho y siendo los dos más precoces que el colchonero Pablo Barrios, quien, como Fresneda, pasó por la cantera del Real Madrid.
La historia podría haber sido bien distinta si el pasado verano hubieran sucumbido él y el club a los cantos de sirena que llegaron desde la orilla del Manzanares, después de que el Atlético de Madrid insistiera en ficharlo. Su interés por sumarlo al filial, aunque en dinámica de primer equipo, comprometió su renovación, que firmó convencido de la fuerte apuesta que hizo la entidad que preside Ronaldo por él. Eso que pudo ser futuro hoy estará enfrente, con el Atlético con la sensación de que no se equivocaba: lo suyo ya es presente. Quizás pronto, ya no blanquivioleta.