Focos para Endrick
La salida de Joselu allana el camino para que tenga minutos en su primera temporada en el Real Madrid. Su impacto ya se nota en la capital española.
Endrick aún no tiene 18 años y, por tanto, aún no es a todos los efectos jugador del Real Madrid. Cuando se anunció su contratación procedente del Palmeiras, en diciembre de 2022, se especificaba que sería jugador del equipo blanco cuando alcanzase la mayoría de edad, requisito para esquivar el rígido reglamento de FIFA relativo al fichaje de menores extranjeros, una cuestión que ya le ocasionó al Madrid una sanción de una ventana sin fichar en su momento. Esos 18 años no los tendrá hasta el 21 de julio, pero en el club se han tomado la libertad de incluirle ya en la nómina de futbolistas del primer equipo en la página web.
Endrick es otra pieza más del plan tramado por el Real Madrid, con Juni Calafat, jefe de captación internacional, al frente, para hacerse con todo el talento joven que salga de Brasil e incorporarlo al Madrid. Así sucedió con Vinicius y Rodrygo, dos jóvenes que ya están plenamente asentados en el equipo y que suman dos Champions en su palmarés; también hubo fracasos, como es el caso de Reinier. Pero con Endrick se tiene plena confianza, viene mucho más hecho tras dos temporadas jugando de forma regular con los profesionales y llega tras el pago de 35 millones de euros, además de otros 25 millones por objetivos de no tan sencillo cumplimiento.
Su fichaje es importante en lo deportivo, aunque no fundamental; llega Endrick a un Madrid campeón de Europa y muy hecho, al que además se suma Mbappé. El rendimiento esperado está en el medio plazo, ahora lo importante es el crecimiento personal del jugador y su aprendizaje rodeado de estrellas, varias de las cuales son sus compañeros en la selección de Brasil. Y hay, por supuesto, un componente económico: el Madrid quiere hacerse con el dominio de un mercado tan importante como el brasileño, en el que el Barcelona se ha mostrado más fuerte en años anteriores gracias a figuras como Ronaldinho o Neymar. Ya es pasado gracias a Vinicius, Rodrygo y Militao, y con Endrick se acentúa esa tendencia con la que el Madrid quiere tener bajo control un mercado potencial de 215 millones de personas.
Ese impacto ya se siente en la capital española. En pleno Paseo de la Castellana se han instalado unas publicidades enormes de uno de los patrocinadores personales de Endrick que ocupan buena parte de la entrada al servicio de transporte público de Nuevos Ministerios. La localización no es casual: están a apenas 800 metros a pie del Santiago Bernabéu, la nueva casa del delantero brasileño.
Endrick, escudero de Mbappé
Y además, en lo deportivo, el panorama se le ha aclarado bastante con la salida de Joselu. Hasta que el ariete español confirmó que se marchaba al fútbol de Qatar, eran siete los nombres del ataque blanco para el curso que viene: Vinicius y Rodrygo en los extremos, con Güler y Brahim como sustitutos; y Mbappé, Joselu y Endrick, por ese orden, en punta. Sin duda Ancelotti iba a tener momentos de duda sobre si alinear a Endrick, una apuesta del club, o a un Joselu veterano pero que viene de hacer nada menos que 18 goles, dos de los cuales metieron al Madrid en una final de Champions.
Pero ese problema se ha terminado. Ahora Endrick ya sabe que los minutos que no juegue Mbappé serán preferentemente para él. Tampoco es que el francés vaya a dejar de disputar demasiados momentos de la temporada, pero ya es suficiente para que Endrick vaya acumulando experiencia de blanco mientras aprende en los entrenamientos y se va forjando una relación con el Santiago Bernabéu.
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