Flick se reencuentra
El alemán consiguió al fin un Barça redondo contra el Atlético de Madrid, espantó algunas dudas e hizo olvidar su imagen abatido en el banquillo después del partido contra el Alavés.
Justo antes del partido contra el Brujas, hace ahora un mes, Joan Laporta declaró: “Me consta que Hansi Flick está muy a gusto aquí”. Lo hizo después de que ABC publicase que el técnico alemán ya habría decidido no seguir la temporada que viene. “Basura”, replicó su entorno más cercano. Pero es cierto que Flick estaba algo extraño esta temporada, en la que ha hecho dos declaraciones de amor al club que un sector del entorno interpretó incluso como un inicio de despedida. Su imagen, abatido después del partido contra el Alavés, compartiendo intimidades con Raphinha, había impresionado por más que él luego lo hubiese explicado con naturalidad en la previa del partido contra el Atlético de Madrid. Laporta tuvo que salir una vez más: “Me ha dicho que quiere ver el estadio entero, dirigir al equipo entonces, y le he dicho que lo hará”.
Flick encontró este martes todas las respuestas tácticas que la temporada le había ido negando. Su Barça fue el equipo reconocible de la temporada pasada. Dominó el campo, las áreas, y el tiempo (y los nombres) de los cambios. Ferran, Rashford, Casadó y Dro le dieron al equipo exactamente lo que necesitaba el Barça. En los primeros partidos, había observado un equipo con menos actitud. Luego, después de un buen arranque post-parón de inicios de septiembre, se destruyó en la segunda parte del partido contra el PSG y en Sevilla. Luis Enrique y Almeyda supieron atacarle bien. También Xabi Alonso en el Clásico. Hasta sufrió a ratos con un Olympiacos con diez, o en los partidos contra Girona (en el que además fue expulsado) y frente al Elche. Otros días se lio con los cambios, como en Brujas. El caso Lamine, la epidemia de lesiones, especialmente la de Pedri, aumentaron la inestabilidad del equipo.
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Después de la derrota contra el Chelsea, Flick mandó un mensaje positivo que sorprendió. Anunció una mejora que, por lo que se había visto durante el curso, no sonó demasiado creíble. En la segunda parte del partido contra el Alavés se vio una versión más estable del Barça y contra el Atlético, otra vez, pareció el equipo vibrante de la temporada. Presionante, directo para hacer goles como el 1-1, pero también paciente como en el 2-1 de Olmo; y hambriento para firmar también el tercero. La presencia de Joan García, los regresos de Raphinha y Pedri, el nivel de Lamine… El Barça ha subido el nivel. Y Flick, aunque modesto públicamente (“aún tenemos que mejorar cosas”), se está reencontrando.
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