Flick, mister “comeback”
Desde su llegada, el Barça ha firmado hasta 16 remontadas: nueve la temporada pasada, que incluyeron tres al Madrid; y otras siete este curso que todavía circula por su ecuador.

“Comeback”. Es uno de los términos que, desde que llegó, más se le han escuchado a Hansi Flick en las ruedas de prensa, donde usa el inglés como norma general. Le sobran los motivos. Desde que aterrizó en el Barça en julio de 2024, su equipo ha firmado hasta 16 remontadas por tierra y aire en partido oficial: nueve el curso pasado y siete en esta temporada, que todavía circula por el ecuador. Una cifra altísima que habla del cambio de mentalidad que Flick ha sabido inyectar en un vestuario que estaba alicaído cuando llegó. Sin confianza en sus posibilidades y, en algunos casos, con jugadores que se creían incluso peor de los que eran. El alemán les transmitió autoestima y los jugadores le compraron el mensaje, al punto de que, desde entonces, se sienten capaces de todo. El mejor ejemplo, paradójicamente, puede ser una de las remontadas que no se completó. Contra el Inter, con todo en contra en la vuelta de la semifinal de Champions, fue capaz de levantar un 2-0 y ponerse 2-3 en el Giuseppe Meazza, a un suspiro del final con el gol de Raphinha. Acerbi frustró todo y el Inter se clasificó, pero ese partido habló del corazón y la mentalidad de un equipo que no ha perdido ese instinto esta temporada.
El primer partido de la era Flick ya fue paradigmático. En Valencia, con un centro del campo casi experimental (Bernl, Casadó), y un equipo plagado de lesionados o no inscritos, le dio la vuelta al 1-0 con una gran aparición de Lewandowski. Un par de semanas después, también levantó un partido que se le había puesto feísimo en Vallecas. Fue la primera gran noche de Dani Olmo. Hubo remontadas ‘loquísimas’, como la de Lisboa ante el Benfica, donde se pasó de un 2-4 a un 4-5 con un gol agónico de Raphinha y un Flick intervencionista, que terminó jugando con tres centrales y una línea de cuatro mediapuntas. El Barça fue hacia el más difícil todavía. Completó hasta cuatro remontadas en partidos que iba perdiendo por dos goles. Además de la de Da Luz, volteó un 2-0 en el Metropolitano con aparición de Ferran; y también dejó con la miel de los labios al Celta, que ganaba 1-3 avanzada la segunda parte y cayó 4-3 con un gol de Raphinha, en una tarde con aroma a Liga en la que el brasileño terminó abrazado a Flick. Y, por supuesto, las remontadas al Madrid, que fueron jalonando la temporada. Después de ganar de manera aplastante en el Bernabéu en Liga (0-4), se enfrentó al primer obstáculo en la final de Yeda. Los blancos ganaban 0-1 y, en un visto y no visto, el Barça le marcó cuatro en la primera parte. El partido acabó 2-5. En la final de Copa, el Madrid se puso 1-2 cuando casi no había tiempo para nada. Ferran empató en una gran acción, llevó el partido a la prórroga y le abrió la puerta de la gloria a Koundé. En Montjuïc, el Madrid empezó ganando 0-2 y antes del descanso el Barça ya le había dado la vuelta al partido en un festival de fútbol.
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Las de este curso no están siendo remontadas tan espectaculares, pero igual de efectivas. En la segunda jornada, el Barça levantó el primer 2-0 en el campo del Levante. Luego, tuvo que ponerse el traje de faena en Oviedo y contra la Real. Y en los últimos diez días, posiblemente porque ha mejorado su tono físico, ha vuelto a asustar a sus rivales con cuatro remontadas consecutivas: Alavés (3-1), Atlético (3-1), Betis (3-5) y Eintracht (2-1). El regreso de jugadores con carácter, como Raphinha,o con magia, como Pedri, ha ayudado a que “comeback” (remontada) haya vuelto a aparecer con frecuencia en las ruedas de prensa de Flick.
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