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LALIGA

Fin a las palancas

LaLiga legisla contra la creciente y peligrosa tendencia de los clubes a vender parte de sus activos para ampliar el límite salarial.

09/09/22 LALIGA PRESENTACION CONTROL ECONOMICO 
JAVIER TEBAS Y JAVIER GOMEZ , DIRECTOR GENERAL COORPORATIVO DE LA LIGA
DANI SANCHEZDiarioAS

La fiebre por las ‘palancas’ apunta a su fin. El control económico de LaLiga, que busca la sostenibilidad financiera de los clubes, pone coto a esta tendencia del fútbol español para ampliar su límite salarial y poder reforzarse con nuevos fichajes. Los clubes de la Comisión Delegada han aprobado una serie de variaciones en el reglamento del fair play para complicar esta táctica, que consideran “pan para hoy pero hambre para mañana”. No se acabará totalmente con las llamadas palancas, sino que se acotará su aplicación, haciendo que esta vía sea menos atractiva.

El Barcelona ha sido el rey de las palancas este verano Este concepto consiste en la venta de activos de un club, como pueden ser los derechos de televisión, merchandising, abonos o cualquier otra vía de ingresos que tengan. Aunque los azulgrana hayan acaparado los focos en cuanto a este mecanismo contable, la realidad es que muchos más clubes han llamado a LaLiga en los últimos meses preguntando sobre sus posibilidades de activar sus propias palancas. El fin no era otro que poder gastar más en sueldos para futbolistas. Ante esta creciente tendencia entre los clubes españoles, se ha tomado la decisión de poner un remedio antes de que surja un grave problema. Ya que esta vía supone la reducción de ingresos futuros.

Es cierto, que la nueva normativa perjudicará al Barcelona, que tanteaba activar alguna nueva palanca; pero también a todos esos clubes que andaban con la duda de si subirse al carro. Cabe por tanto decir que el control económico se ha endurecido ante lo que han calificado una amenaza para la salud económica del ´futbol español. Desde LaLiga se insiste siempre en que estas medidas no son reglas anti-Barça (como ha llegado a calificar Joan Laporta), sino que son normativas en pro de todos los equipos y que son aprobadas por los propios clubes. Esta nueva, en concreto, salió adelante por el visto bueno de la Comisión Delegada, conformada por siete equipos de Primera y siete de Segunda División. Entre estos clubes están algunos presuntos perjudicados al haber estado interesados en activar sus propias palancas.

Las nuevas normas que complican las palancas

Los dos cambios sustanciales se dan en el artículo 31 de ese control económico. La primera novedad está en que LaLiga no permitirá ampliar el límite salarial de un equipo si este ha vendido uno de sus bienes o derechos que se consideran esenciales para el desarrollo de su actividad. Un ejemplo: vender el estadio. Un club puede traspasarlo para ganar dinero si quiere, pero dichas cantidades que ingresen no les permitirá que crezca su límite salarial. El motivo es que el estadio se considera un bien esencial para la actividad del propio club y si lo venden tendrán que comprar o alquiler otro.

El segundo cambio se da en el mismo artículo pero en un apartado posterior. Se trata de explicar qué palancas y cómo se pueden activar. Se puede vender bienes o derechos (como los audiovisuales o de merchandising) siempre que el valor del mismo por cada temporada no supere el 5% de la cifra de negocio del equipo. La patronal permitirá que con ese movimiento solo crezca el límite salarial ese porcentaje. Lo que lo hace una vía menos atractiva

Ahora bien, estos ingresos extraordinarios por las palancas se estudian caso a caso. LaLiga ve si la cesión de la explotación de los bienes o derechos de un club se han realizado históricamente. Tampoco se tendría en cuenta y no se limitaría si un club consigue una nueva línea de negocio y decide venderla. Porque el fin de esta medida es que ningún directivo empobrezca al club más de lo recomendado vendiendo sus ingresos del futuro, pero de los que disponían históricamente. Es decir, se quiere evitar que un equipo vea reducido sus ingresos durante las siguientes temporadas porque ya no les pertenezca. No quieren que se reduzca la entrada de un dinero fijo con el que contaba históricamente el club, pero no se aplicaría esta norma si se trata de una nueva línea de negocio. Por ejemplo, un equipo remodela el estadio permitiendo que haya tiendas. El alquiler y explotación de estos locales supone una nueva vía de ingresos y se permitirá que sea vendido a un tercero, ya que no le perjudicará de cara al futuro respecto a lo que viene siendo habitual en sus presupuestos.

¿En qué consisten las palancas y el efecto boomerang?

Los equipos venden sus activos durante una serie de años a cambio de un dinero que entra directamente en la tesorería de un club, permitiendo disponer de un líquido del que iba a ser imposible tener para poder afrontar nuevos fichajes. Ahora bien, esto tiene unas consecuencias a futuro. Pongamos un ejemplo práctico: el Barcelona vendió este verano a Sixth Street el 25% de sus derechos audiovisuales a cambio de unos 520M€. Un dineral que le ayudó a salir del pozo salarial en el que estaba metido (tenía su límite en -144 y pasó a disponer de un tope de hasta 656M€). Pero ese ‘pan’ para este verano, será algo de ‘hambre’ para los próximos. El efecto boomerang de esa palanca supone que durante los próximos 25 años ingrese cada temporada en torno 41,4M€ menos (el 25% de los 165,6M€ que percibió en la 20-21). Si en tu presupuesto se reduce el dinero que entra, el límite salarial del futuro consecuentemente bajará, volviendo a tener el mismo problema. Esa es la situación que tiene el Barcelona, LaLiga ya les ha avisado que tienen que reducir en unos 200M€ el dinero que destina a pagar a sus futbolistas por la previsión de reducir sus ingresos por las famosas palancas. Es decir, han vendido parte de sus activos durante los próximos 25 años para que el pasado verano pudieran fichar; pero el traspaso de esas líneas de negocio supone menos ingresos durante dicho tiempo, volviendo a tener este verano el mismo problema para fichar. La pescadilla que se muerde la cola.

Esta situación supone retrasar una temporada tras otra el momento de afrontar el problema económico y ponerle una solución. Y es lo que quiere evitar LaLiga. No quieren que los clubes hipotequen sus activos a cambio de un dinero inmediato, pero que suponga un grave problema en sus proyectos de cara a futuro.