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REAL MADRID:

Fichajes en cuarentena

El debut como titulares de Rüdiger y Tchouameni fue un fiasco. El alemán costó un gol. “La camiseta pesa...”, radiografió Ancelotti.

Ancelotti tendrá que ir metiendo las marchas poco a poco. El italiano salió en Almería con el pie a fondo y usando el ERS y el DRS. Su idea de acelerar una Segunda Unidad férrea con protagonismo para los dos nuevos fichajes, Rüdiger y Tchouameni, derrapó en el Power Horse. El Madrid del caballaje tuvo que dar paso al Madrid de Modric. Más manejo de manos, pies en este caso, que potencia, y reconducción de un partido que transitaba cuesta arriba.

Lo había anunciado Carletto en plena celebración supercopera. Iba a refrescar el equipo en Almería. La alineación mostró, además, su intención de que Rüdiger genere sinergias con la defensa como capo de esa zaga alternativa, pero el alemán mostró que por el momento una cosa es el Chelsea (en defensa de cinco) y otra el Real Madrid. En la primera jugada almeriense cometió un desajuste en la línea del fuera de juego impropia de su experiencia. Tchouameni, en su caso, pecó de juventud y, cuando miró a su alrededor, no encontró la tranquilidad necesaria en un potro aún medio salvaje, Camavinga. El análisis de Ancelotti sobre ellos al acabar el partido es una máxima que a muchos, desde fuera, se les olvida: “La camiseta del Madrid pesa...”.

ALMERIA, SPAIN - AUGUST 14: Aurelien Tchouameni of Real Madrid reacts during the LaLiga Santander match between UD Almeria and Real Madrid CF at Power Horse Stadium on August 14, 2022 in Almeria, Spain. (Photo by Mateo Villalba/Quality Sport Images/Getty Images)
PUBLICADA 15/08/22 NA MA09 4COL
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ALMERIA, SPAIN - AUGUST 14: Aurelien Tchouameni of Real Madrid reacts during the LaLiga Santander match between UD Almeria and Real Madrid CF at Power Horse Stadium on August 14, 2022 in Almeria, Spain. (Photo by Mateo Villalba/Quality Sport Images/Getty Images) PUBLICADA 15/08/22 NA MA09 4COLQuality Sport ImagesDiarioAS

A Tchouameni le ocurre, de momento, tres cuartos de lo mismo. En la selección francesa, lo más parecido al nivel que exige su nuevo escudo, raras veces juega como ancla única por delante de la defensa. Para bien o para mal, Deschamps suele colocarle en paralelo con otro futbolista muy físico (Pogba, Kanté, Kamara...). Aquí, Ancelotti le quiere lo antes posible ejerciendo de Casemiro y el listón que ha puesto el brasileño en los últimos años, elevado un centímetro más en Helsinki, exige una templanza complicada para un recién llegado. Tchouameni aún no cuenta con ella aunque su potencial parezca ilimitado.

Paso a paso...

Que puede ser una tarea a largo plazo se ve en el ejemplo de Camavinga. La temporada pasada, sin un especialista para ese ingrato papel de puro sacrificio como cinco, Ancelotti tuvo que desistir con el joven francés. Su propensión a las amarillas tempraneras era demasiado para el corazón del veterano entrenador transalpino (en Almería, por cierto, vio una en el 40′ que le costó irse al banquillo). Tchouameni muestra más autocontrol en el aspecto disciplinario, pero también más pobreza en la distribución, con Samú Costa, Sadiq y Ramazani haciéndole cerco. Tampoco se hizo dueño a base de robos, apenas cuatro recuperaciones, del centro del campo ante un recién ascendido a Primera. Ancelotti tiene curro por delante.

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