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Europa ‘vigila’ a Luiz Henrique

Numerosos clubes siguen de cerca al extremo brasileño pese a la irregularidad de sus primeros meses en el Betis. En Heliópolis consideran que puede ser un arma de ingresos en el futuro.

Luiz Henrique, durante la jornada de convivencia navideña de ayer.
ANTONIO PIZARRODiarioAS

Más de 1.100 minutos de juego y unas condiciones llamadas a dispararse en el futuro. Así fueron los primeros meses de Luiz Henrique en el Betis tras ser uno de los fichajes más esperados de la Liga del pasado verano. El brasileño firma dos goles y tres asistencias en un inicio de campaña que refleja signos de irregularidad y también de esperanza tras instantes de brillo como su aparición estelar en Roma. La realidad es que su nombre toma fuerza en las futuras ventanas de mercado y el Betis lo sabe. Numerosos clubes han venido a Sevilla para comprobar la evolución del extremo sobre el césped y tenerlo vigilado para alertar de un posible despegue.

Las miras al futuro están ahí desde que llegó a Heliópolis a cambio de ocho millones de euros. Su valor de mercado, según Transfermarkt, es de quince millones y en el Betis son conscientes de manejar un arma de peso de cara a una hipotética venta de futuro que suponga ingresos notables. Hay cautela en este sentido y la esperanza es que el jugador multiplique su rendimiento en el esquema de Manuel Pellegrini. Hasta el técnico lo tiene claro e insiste en que su primera campaña necesita cierta adaptación y que vislumbra signos de gran talento.

La recuperación de algunos efectivos como Juanmi y Joaquín en las últimas semanas supondrá una prueba de mayor nivel aún para Luiz Henrique, obligado a pelear por un sitio en un once con multitud de competencia en esa zona de tres cuartos. Considerado por Brasil en aquella lista previa para el Mundial de Qatar, su sueño también está en dar ese salto con la selección de su país. Bajo ese contexto de incertidumbre, Pellegrini es su gran aliado para conquistar su mejor rendimiento y abrir más puertas de futuro. De momento, en Europa siguen de cerca su evolución a la espera de un salto cualitativo que pueda ser diferencial.