Esperando a RdT
El cuerpo técnico y sus compañeros confían —hasta el punto de dejarle chutar el penalti decisivo ante el Getafe—, la afición quiere verlo... y él va cogiendo, poco a poco, sensaciones físicas y competitivas.
Cada minuto importa. Cada minuto hace que De Tomás esté más cerca de la versión de antaño. Esa con la que el rayismo sueña. El delantero regresó de la lesión en el rotuliano de la rodilla derecha contra el Almería y, en apenas cinco minutos, tuvo dos disparos que se perdieron demasiado altos. De más tiempo y protagonismo gozó en el Coliseum. Iraola lo sacó en el 82′, con 1-1 en el marcador y diez jugadores del Getafe sobre el verde, para que desequilibrara la balanza. Estuvo a punto de hacerlo. RdT se hizo con el balón en una contra, firmó un buen quiebro y se la dejó a Isi, pero una mano de Gastón derivó en un penalti a favor de los franjirrojos. El de Cieza se lo cedió a su compañero De Tomás para que se reencontrase con el gol y la confianza perdida. Eso sí, David Soria intuyó el lado del lanzamiento y consiguió el paradón de la jornada. A pesar de que el disparo iba bien... fuerte, raso y a la derecha del guardameta.
Su cara reflejó decepción, pero el delantero rayista no se vino abajo. Se mostró activo en ataque y lo volvió a intentar, hasta el punto de que acarició el gol con un lanzamiento desde fuera del área. Su derechazo obligó a David Soria a intervenir de nuevo con la misma efectividad que en el penalti. Con dos remates a puerta, en apenas diez minutos, RdT se convirtió en el rayista que más disparó a portería del derbi, seguido por Catena y Camello, con uno cada uno. Precisamente Camello es, hoy por hoy, el nueve titular para Iraola. El canterano rojiblanco es el pichichi de la Franja —junto a Isi, con cinco dianas— y su continuidad en ese rol protagonista no peligra a corto plazo. A medio, se espera la mejor versión de De Tomás para pelear el puesto en el once.
Y es que la confianza en RdT es plena. El cuerpo técnico y sus compañeros creen en él y saben que, con rodaje, el gol llegará. También lo piensa el delantero que, poco a poco, se va reencontrando con las buenas sensaciones físicas y competitivas. Tampoco le falta el apoyo de la afición que sigue ilusionada con su regreso, que se empeña en ver el vaso medio lleno (no medio vacío) de su actuación en el Coliseum. En Vallecas se siente querido y eso es mucho. Sólo le falta el gol, aunque lo está rondando, como lo hizo en los amistosos del parón mundialista. De Tomás no desespera, sino espera. Lo lleva haciendo desde el 14 de mayo con el Espanyol. Ya falta menos...