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Julián Alvarez, entre la impaciencia y la urgencia

La Araña sigue sin arrancar un mes después. Simeone pide paciencia. Su aterrizaje con el City en la Premier tuvo un ritmo similar al del Atleti.

Julián Alvarez, ayer. Esperando a Julián.
PEPE ANDRESDiarioAS

Un mes y trece días después de su llegada al Atlético, la afición sigue esperando a Julián Alvarez (Calchín, Argentina, 2000; 24 años). A la Araña. Un fichaje en el siglo XXI a la altura en expectación de lo que fue el de Futre en el XX. Está, sí, pero aún no es aquel que se esperaba. La adaptación está costando. Lleva ritmo diésel. Ha jugado 391 minutos, un 62,1% (71,4% de ellos titular). Su trabajo con balón es impecable. Se mueve, desmarca, pero de momento no se encuentra. O se topa con el palo (como el zurriagazo con la derecha en Vallecas desde fuera del área que se estrelló en el larguero).

Su participación como rojiblanco en el gol es escasa: 8,3%, con cero asistencias y solamente un tanto (ante el Valencia), que fue intrascendente por ser el tercero, pero importante por ser su primero con la rojiblanca. Se había quitado el tapón. Al fin. Pero dos partidos después sigue igual. Varado en ese gol y entre un runrún que se empieza a masticar: toda la expectación se va tornando en impaciencia. Lo del refranero: el que espera...

El primero en pedir calma es su entrenador, Simeone. “Julián es un chico noble, trabajador, seguro que tiene muchas cosas importantes para darnos, tuvo unas vacaciones cortas, poco entrenamiento, ir con la Selección y volver... Hay que ayudarlo y lo necesitamos de la mejor manera, le exigiremos porque sabemos lo que nos puede dar”, aseguraba el técnico en la rueda de prensa previa al Atlético-Leipzig de Champions. Si Gallagher se ha saltado por completo la mili, Julián vive inmerso en ella. Y a veces se hace larga. No hay que irse más allá de diez años para ver un jugador al que le costó cinco meses arrancar para convertirse, después, en la estrella que hoy sigue guiando los designios rojiblancos: Griezmann. De ahí la llamada a la paciencia. Más vale esperar que apresurarse. También lo dice el refranero.

Julián Alvarez, en Vallecas.
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Julián Alvarez, en Vallecas. JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

La Araña, es cierto, no ha tenido verano, entre la Copa América (del 20 de junio al 14 de julio) y los Juegos (del 26 de julio al 2 de agosto, cuando cayó eliminada la albiceleste en estos). Solo diez días separan eso de su llegada al Atleti: el 12 se hizo oficial su fichaje con el club y su aterrizaje en La liga, una competición que no había catado y a la que también se debe aclimatar. Precisamente su arranque en Inglaterra, con el City, tampoco fue inmediato: llegado en la 22-23, y a pesar de que en la FA Cup marcó nada más enfundarse la camiseta, en la Premier le costó más. Los dos primeros partidos jugó apenas 12 y 16 minutos para no participar en el tercero y no marcar hasta el quinto 24 días después. Que fue un doblete: también los últimos tantos de un 6-0. En Champions su primero con el City llegó en octubre y, el siguiente en liga, en noviembre. La 22-23 finalizó con 17 goles y cinco asistencias en 49 partidos y, la siguiente, con 19 y 13 en 54. Siendo clave. A velocidad de crucero tras el arranque lento.

‘Grizi’ tardó seis partidos en estrenarse

A Julián hay que exigirle por varias razones. La primera, por precio: ya es el segundo fichaje más caro de la historia del Atlético, entre João Félix (127 millones en 2019) y Lemar (70 en 2018). La segunda, por expectativa: le llaman Araña porque se mueve con tal rapidez que parece que en vez de dos piernas tuviese tres, o cuatro, múltiples, habilitando espacios con sus movimientos sobre la línea defensiva rival con y, sobre todo, sin balón (ya como extremo derecho, en la media punta o como delantero). Y, si hay delanteros a los que no les costó nada el gol al vestir la rojiblanca (Costa en su regreso en 2018, en el primer partido en Copa; Luis Suárez, igual, en su debut en la Liga que el Atlético terminó ganando en la 20-21; Forlán a los once minutos de estrenarse; o el mismo Sorloth, esta misma temporada, en la primera jornada ante el Villarreal), a otros lo hizo mucho más (Morata logró su primer gol como rojiblanco al quinto intento, Memphis, al cuarto y Grizi, al sexto). En el club no hay preocupación. Empezando por el Cholo saben que es solo cuestión de tiempo. Que Julián aún no ha llegado, vale. Pero que merecerá la pena esperarlo.

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