Endrick ante una nueva realidad
Tras el boom inicial, las oportunidades se han apagado y Brasil queda en ‘standby’. Se enfrenta, con motivación, a una nueva realidad tras disputar 15 minutos en los últimos seis partidos.
Endrick vive una nueva realidad. Ya no atraviesa aquellos días de vino y rosas. Las oportunidades, la ausencia de ellas, ha ido mitigando un brillo que comenzó deslumbrando. Estrenos con goles en Liga (Valladolid) y Champions (Stuttgart). Su pan de cada día, récords de precocidad. La receta con la que se convirtió en objeto de deseo planetario. Y de repente, Lille. Primera titularidad. También última. Ahí comenzó el apagón. Contra Osasuna volvió al verde, los últimos 15 minutos de un duelo decidido. Un cuarto de hora en los últimos seis duelos, tras quedarse a cero en los cinco anteriores. Pero Endrick, a pesar de su bisoñez, está acostumbrado a remar. A la presión y a sobreponerse a ella. El de Taguatinga visualiza este parón como un reinicio. Un nuevo kilómetro cero.
No le es ajeno un contexto de este tipo. Ya sacó los pies del barro en Palmeiras. Un barbecho que le tuvo 12 partidos sin ver portería cuando el gol era, y es, su gran aliado. Había alzado con 16 años su primer título y Abel Ferreira le dotó de galones renovados en su primera temporada completa con el verdão adulto. Un tanto al Aguasanta en la final del Paulistao le liberó y después apareció su normalidad, los goles. El bache fue pronunciado, llegó a llorar en el banquillo en una imagen que dio la vuelta al mundo, pero escapó con entereza mental y madurez. Dos de los detalles de la personalidad del garoto que más destacan quienes le rodean.
“Nadie deberían sentir lástima por mí o darme palmaditas en la cabeza. A veces me pregunto: ¿por qué me pusieron el foco tantos medios? Yo no pedí esto. Hay situaciones que cruzan la línea. ‘Ah, es el nuevo Pelé’. Hombre, nadie va a ser Pelé, es el rey del fútbol. Pero ahora no hay nada que hacer, no puedo pedirle a la gente que no hable de mi vida. Siempre habrá gente para atacarme”, asumió en su día en un reportaje para GQ Brasil. Focos que, con su llegada al Madrid, han multiplicado su intensidad. Endrick es consciente, como también que tiene competencia voraz arriba (Mbappé, Vinicius, Rodrygo, Brahim, Güler…). Por eso no convierte la falta de minutos en frustración, aunque lógicamente preferiría gozar de mayor continuidad (10 partidos y 122 minutos, sólo Vallejo y Ceballos por detrás), sino en motivación.
Ancelotti está satisfecho con su trabajo intersemanal y así se lo traslada al jugador. También de manera pública: “Está listo para jugar, haciéndolo muy bien, mostrando mucha calidad en los entrenamientos. Lo mismo puedo decir de Güler: son jóvenes que están apretando. Pero la idea colectiva es sacar esto adelante lo más rápido. ¿Se puede sacar con Endrick? Sí. ¿Se puede sacar con Güler? Sí”. No obstante, no terminó ahí la respuesta: “Pero el objetivo es sacar este momento adelante lo más rápido posible, no dar más minutos a este o este otro”. Una lectura clara y que en cierta manera satisface al brasileño. No habrá regalos, sino merecimiento.
Brasil, en standby
Una situación que deja Brasil en standby. En la última lista, Dorival Junior dejó fuera a Endrick. En primera y en segunda instancia. Porque tras la lesión de Rodrygo, el ‘repescado’ fue Martinelli. Su bajón de minutaje en el Madrid se ha trasladado a la verdeamarelha. Y es que es la primera vez desde su estreno que verá a sus compañeros por televisión. Debutó en noviembre y en su tercer partido ya había marcado, también en el cuarto y el quinto. Inglaterra, España y México, las víctimas. Con su gol en Wembley nació el Bobby (dijo admirar a Bobby Charlton) con el que le llaman ahora cariñosamente en el Madrid. De nuevo las expectativas disparadas.
No ha vuelto a mojar, pero a sus 18 años ya suma los tres tantos citados y 13 internacionalidades. La llama pierde intensidad, pero no se apaga. Desde la CBF entienden que es un proceso natural y su ausencia se entrelaza a su falta de minutos vestido de blanco. Endrick se enfoca en recuperar el vuelo del amanecer del curso. Ello le llevará de nuevo a Brasil. Porque el Madrid y la selección son vasos comunicantes. Ahora tiene por delante el parón sin competición. Sólo Valdebebas. De la goleada a Osasuna a la visita a Butarque. Dos semanas para resetearse.
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