En memoria de Ochotorena: “Un tipo que todo portero quisiera a su lado”

La gestación de este reportaje es un ejemplo de lo mucho que se le quería a José Manuel Ochotorena (Hernani, 1961-Valencia, 2025). Con un simple mensaje de “quisiera hacerle unas preguntas sobre Ochoto…” ipso facto el teléfono sonaba por la llamada o una nota de voz de ilustres del fútbol mundial: Del Bosque, Casillas, Cañizares, Rafa Benítez, Jesús Paredes, Míchel, Gattuso, Palop… Todos aceptan sin pestañear en aportar su visión para que los lectores de AS conozcan cómo era y cuánto valía ese tipo “discreto”, “pionero” “compañero”, “maestro” y “líder” que fue Ochotorena, a quien este sábado se le rendirá homenaje póstumo en el Santiago Bernabéu en el Real Madrid-Valencia.

El arquero del barrio de Ereñozu

“Jose Manuel era de Hernani, como yo”, recuerda Luis Llopis, preparador de porteros del Real Madrid. “Él jugaba en el equipo del barrio de Ereñozu y en un torneo de Atsegindegi lo fichó el Madrid, ni tan siquiera le fue necesario pasar por la Real, aquello ya le convirtió en un referente para mi generación”, apunta. “Los primeros recuerdos que tengo de Ochotorena son de cuando llegó al Real Madrid con 17 años, tirándose en campos de tierra, con el chándal roto, se pegaba unas costalas tremendas…se veía la pasión que le ponía a todo lo que hacía y eso le llevó a conseguir sus metas como portero”, recalca Rafa Benítez, que era jugador de la cantera blanca y décadas después (2001) le fichó como ayudante para el Valencia y el Liverpool (en esos primeros años ganó dos Ligas, una UEFA y, entre otros títulos, una Champions).

Discreto, trabajador; sabía perfectamente lo que un entrenador necesitaba"

Vicente Del Bosque

El portero de La Quinta del Buitre

“Nuestras vidas se unieron cuando teníamos 17 años y ya siempre nos mantuvimos unidos”, cuenta con nostalgia Míchel desde Arabia Saudí. Ochotorena fue el portero de La Quinta del Buitre en el Castilla, con el que se proclamó campeón de Segunda División en 1984, y posteriormente en el Real Madrid. “Él siempre ha sido un ejemplo de compañero de fútbol, un tipo excepcional, bondadoso, generoso... En el vestuario era callado, discreto, pero era una persona muy importante para todos. Puedes llamar a quien quieras que no le encontrarás un solo enemigo”, sentencia.

Tenía una capacidad innata para hacer mejores a los porteros"

Rafa Benítez

Compañero de Miguel Ángel y Buyo

Con sus guantes Hummel que le enviaban por encargo desde Dinamarca, Ochotorena debutó con 21 años contra el Castellón en 1982, aunque ese salto al primer equipo fue puntual (por una huelga de futbolistas profesionales). Fue en el verano de 1984 cuando se asentó en el primer equipo. Con el Real Madrid ganó tres Ligas, una Copa de la Liga (jugó la final) y una UEFA. Pero en sus cuatro temporadas, a la sombra de Miguel Ángel y Paco Buyo, solo disputó 46 partidos. Pero hizo vestuario como ninguno. “Miguel Ángel, que tristemente falleció de ELA, y Ochotorena forjaron una amistad increíble en esos años”, apunta Llopis. “Fue un compañero en mayúsculas; competía de una manera muy sana; además lo veías como crecía cada día como portero y te obligaba a crecer a ti”, destaca Buyo.

Ejemplo de compañero de fútbol, un hombre soberbio”

Míchel

Trofeo Zamora con el Valencia

Ochotorena encontró en Mestalla su lugar para demostrar su valía y la puerta para la llamada de la Selección Española (jugó solo un partido, aunque formó parte del combinado en el Mundial de Italia’90). En el Valencia cayó de pie y fue Trofeo Zamora en su primera temporada (88-89), y en la siguiente el equipo fue subcampeon de Liga. Pero su rol de titular indiscutible en los primeros de sus cuatro años en Mestalla (115 partidos) no le cambiaron ni un ápice. “Técnicamente aprendí muchísimo de él. Yo igual era más de reflejos o rapidez, pero él era más sobrio, seguro. Cuando llegó del Real Madrid empezó jugando. Hizo dos temporadas muy buenas. Pero tras volver del Mundial, al tercer o cuarto partido empecé a jugar yo de titular... Pero éramos uno. Teníamos una relación muy buena dentro y fuera”, señala José Manuel Sempere, portero del Valencia desde 1980 hasta 1995.

Sabía qué pasaba por la cabeza del portero en todo momento”

Luis Llopis, preparador de porteros del Real Madrid

El preparador de porteros

Ochotorena colgó los guantes tras unos años en el Tenerife, Racing y Logroñés. En esa época comenzó a formarse para ser el “referente” que ha sido como preparador de porteros, apunta Jesús Paredes, segundo durante muchos años de Luis Aragonés. “Los porteros tienen un lenguaje especial y él lo hablaba a la perfección”, recalca. “Yo le quería a mi lado y le incorporé a mi cuerpo técnico en el Valencia; me gustaba la confianza que era capaz de transmitir a los porteros, la seguridad que les hacía tener en ellos mismos y eso le convirtió en un maestro para muchos grandes porteros. Tenía una gran capacidad para explicarles las cosas, hacerles entender qué era lo mejor para cada uno de ellos”, destaca Benítez, que le fichó para el Valencia cuando Ochotorena trabajaba en la RFEF.

Hay un lenguaje de porteros y él se lo sabía como nadie”

Jesús Paredes, ayudante de Luis Aragonés con España

El método Ochotorena

“Conocía las cualidades de cada portero y las potenciaba, te hacía mejor. Con él trabajabas acciones reales. Su método no era el de típico de repeticiones de disparos, saltos… Para mí fue un pionero por esa forma de trabajar que tenía: te enseñaba a tapar ángulos, a anticiparte a las jugadas, te daba respuestas e información muy concreta de los rivales; no te saturaba de información, te daba cuatro o cinco conceptos básicos, pero claves”, destaca Andrés Palop, con el que coincidió en el Valencia y Selección. “Aprendí cosas con él que no creía que fuera posible aprender para hacer frente a todo tipo de situaciones; te enseñaba a estar en el lugar idóneo, a anticiparte, a tener el cuerpo bien colocado para estar estable y firme”, indica Mathew Ryan, al que tuvo dos años. “Ochoto no era un showman, era un técnico eficaz, un soberbio analista”, apostilla Paredes.

Un pionero por su forma de entrenar; conocía las cualidades de cada portero y las potenciaba, te hacía mejor"

Andrés Palop

Un analista de los penaltis

No hay nada de casual que cuatro de los porteros que más penaltis han parado en la historia de la Liga hayan pasado por las manos de José Manuel Ochotorena: Diego Alves (22 de 34 en España, seis en una misma temporada, récord histórico), Iker Casillas (19 de 80, incluyendo toda su carrera), Cañizares (11 de 50) y Palop (13 de 35). Hace poco Diego Alves bromeaba con ello: “Mamardashvili paró un penalti y le mandé un mensaje: No sé qué les das a los porteros en el Valencia, pero todos allí paramos penaltis…”. Palop da la respuesta: “Él tenía la portería dividida en seis sectores y tenía muy estudiados a los lanzadores. Cualquier de un equipo que hubiera lanzado un penalti aunque solo hubiera sido una vez en su vida, él sabía y te decía por dónde lo había lanzado… Pero al mismo tiempo sabía que en la portería estás tu solo y tus sensaciones y respetaba la decisión que tomásemos. Yo sí quería que me diera toda la información posible… pero Iker, por ejemplo, lo recuerdo de la Eurocopa, era más de confiar en su intuición y Ochoto nunca le mareaba ni le insistía”.

Un tipo que cualquier portero necesitaría a su lado”

Iker Casillas

En la mente de los porteros

“Sabía en todo momento lo que tenía un portero en la cabeza, les daba respuestas, minimizaba sus errores, potenciaba su toma de decisiones y les genera confianza”, ensalza Llopis. “Fue un coach, un psicólogo, un amigo, además de gran entrenador. Sabía perfectamente en qué te podía ayudar, cómo te veía, qué consejo darte. Se nos ha ido un tipo que cualquier portero necesitaría a su lado. Te comprendía muy bien durante el año, conseguía que te abrieras entero con él”, confiesa Iker Casillas, con quien Ochotorena ganó un Mundial y dos Eurocopas. Su manera de entender a los porteros fue clave para lidiar en el Valencia en la época de Cañizares y Palop. “Él trataba a todos de la misma manera. Santi necesitaba unos estímulos, yo otros. Él se adaptaba y conectaba con los dos. Jamás le notabas que fuera diferente con uno u otro, y eso te generaba confianza. Sé que él disfrutaba de nuestra competencia de manera sana. Recuerdo que me decía: “Andrés, el camino es largo, tranquilo, depende de ti no desviarte”, apunta Palop.

El fútbol le va a echar mucho de menos"

Gennaro Gattuso

Imprescindible para cualquier entrenador

Ochotorena trabajó 24 años solo en el Valencia, Liverpool y España. Su virtud fue convertirse en irrechazable para cualquier técnico nuevo que llegaba (19 en el Valencia, ocho en la Selección). “Era discreto, trabajador, tenía el equilibrio emocional necesario. Su capacidad de adaptación es lo que le permitió trabajar con tantos entrenadores. Sabía lo que cada uno de nosotros queríamos y cuál era su papel”, resalta Vicente Del Bosque. “Le dije a Luis (Aragonés) que ni lo dudase, era el mejor”, recuerda Paredes. Entre los que le acogieron en su staff, Gennaro Gattuso: “Llegué al Valencia con Roberto Perrone de preparador de porteros, pero queríamos trabajar con Ochoto. Era un líder. Su manera de trabajar la salida del balón, cómo lo explicaba... Después de irme de Valencia, la última vez ya como seleccionador de Italia, le llamaba para preguntarle cosas. Le voy a echar de menos. El fútbol le va a echar de menos”.

Cañizares: “Esta imagen define a Ochotorena”

Santiago Cañizares podría estar horas hablando de Ochotorena. Pero se queda con un gesto, con la imagen que ilustra estas páginas, para definir a Ochotorena: “Ahí es la época en la que Ronald Koeman nos aparta a Albelda, Angulo y a mí; acercarse a nosotros era motivo para que te despidiera Juan Soler. Pero Ochoto nunca se escondió de nadie porque nunca hizo mal a nadie. Él era bondad y cercanía”.

Fue un compañero en mayúsculas; competía de una manera muy sana"

Paco Buyo

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