En estado de observación
Un Alavés en racha mide esta tarde el estado de ánimo del Barcelona, que recupera a Iñigo pero acumula ocho bajas por lesión. Fermín apunta al once, pero Vitor Roque tendrá minutos.
El Barça de la nueva y retorcida fórmula, la de entrenador con fecha de caducidad, llega a Vitoria (18:30 horas, DAZN) en estado de observación en todos los sentidos. Médicamente, es una sala de hospital. Hay ocho jugadores de baja (Ter Stegen, Balde, Marcos Alonso, Gavi, Raphinha, Sergi Roberto, João Félix y Ferran Torres) y cuatro tocados (Araújo, Cancelo, Christensen y Lamine). Al menos, regresa Iñigo Martínez, que el mes y pico que estuvo sano llenó de vigor y carácter la defensa. Futbolísticamente, también es un Barça herido. La dimisión en diferido de Xavi después de tirar en diez días Supercopa, Copa y Liga, no tuvo el efecto deseado contra Osasuna en un partido en el que el Barça emitió pésimas señales en la primera parte. Los jugadores, que se habían reunido para comer y conjurarse en casa de Lewandowski por idea de Anna Lewandowska, esposa del polaco, según desveló ayer la SER, no parecieron liberados por el anuncio de su técnico.
A diez puntos del líder, y pese a que el optimismo vital de su presidente no descarte la Liga, el Barça piensa más en asegurar la cuarta plaza que en el Madrid, que parece inalcanzable. Aun así, sólo le vale ganar en Mendizorroza, donde le espera un equipo bien dirigido por un entrenador de la clase media que cumple allá donde se le llama pese a que no se atiendan sus peticiones. Luis García Plaza quería un central (Facundo Garcés); y lo que ha hecho es perder a otro (Maras). Al menos, recupera a Abqar y, además, vive días de felicidad: suma diez de los últimos doce puntos y no pierde desde que, en vísperas de Navidad, cayó contra el Madrid sobre la hora. En el partido de Montjuïc, Samu fue una pesadilla para Koundé y es fácil suponer que el Barça sufrirá.
Xavi tiene habas contadas. Fermín se postula como cuarto centrocampista para acompañar a De Jong, Pedri y Gündogan. Pero, asfixiado por las bajas en la delantera (Ferran, João Félix y Raphinha), no puede descartarse que, en algún momento, el técnico azulgrana apueste por el doble nueve y, aunque parta desde la izquierda, Vitor Roque acompañe a Lewandowski en la delantera. El miércoles no le salió nada mal contra Osasuna. De hecho, Tigrinho fue la única ilusión que se llevó a casa el barcelonismo. Por qué no repetir.
